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El clamor social salva al activista de Coia: «Esta vez hemos ganado»

Diego Lores se enfrentaba a tres años de cárcel, acusado de agredir a un policía municipal en 2014. El juicio, previsto para hoy, quedó anulado

Más de un centenar de personas arroparon a Diego el domingo en la iglesia del Cristo de la Victoria AARÓN DÍEZ

E. P. RODRIGUEZ-SOMOZA

Diego Lores, una de las caras más visibles de la lucha social en Vigo , recibía al filo de las dos de la tarde de ayer la noticia que llevaba cerca de dos años esperando. El policía municipal que lo denunció en 2014 por una supuesta agresión durante una de las jornadas reivindicativas del vecindario de Coia contra la instalación del barco Alfageme en una de las rotondas de este barrio, retiraba su denuncia. El clamor social salvaba así al activista para el que la acusación pedía tres años y medio de prisión, dos por un delito de atentado y uno y medio por un delito de lesiones, así como el pago de 30.000 euros en concepto de responsabilidad civil.

«Esta vez hemos ganado» . Eran sus primeras palabras tras comunicarle el abogado la anulación del juicio previsto para hoy en los juzgados de la ciudad. «Le utilizaron y ahora le han dejado solo», señalaba respecto al agente y en alusión a la batalla emprendida por el Ayuntamiento, particularmente por el alcalde, contra este colectivo, la Asamblea Aberta de Coia. Desde el principio, tanto Diego como el resto de manifestantes negaron que se hubiera producido tal agresión. «Ejercíamos la resistencia pasiva», apuntaba en declaraciones a este diario el párroco de la iglesia del Cristo de la Victoria, Juan Terrón, minutos antes de conocer que ya no tendrían que acudir esta mañana a los juzgados, y recordando los tiempos en los que se concentraban en torno a la glorieta en la que hoy luce el pesquero. Precisamente, la parroquia sirvió de «cuartel general» para pedir el domingo la absolución de Diego. Hasta ella se acercaron centenares de personas, algunas llegadas de Madrid, Salamanca o Gijón. Más de 2.000 firmas recogió la plataforma Change.org con la misma reclamación.

«Dolor e indignación»

El padre Terrón, que ni se imaginaba el desenlace durante la mañana, apelaba por enésima vez a la conciencia del agente, como también lo hacía la mujer de Diego. Con rostro tranquilo, aunque en su caso la procesión iba por dentro, María no entendía «cómo el policía puede dormir tranquilo. Nosotros sí podemos, podemos mirar con la cabeza bien alta a nuestros hijos, porque luchamos por una causa justa. Nos acompaña la razón».

Una opinión compartida para todos los que acompañaron a Lores en su encierro del domingo y durante el «calvario» vivido estos últimos años. Manolo Bayona, Beatriz Lorenzo y Nahiara Puga manifestaban su «indignación» ante la situación de quien calificaron como «un referente del activismo social en Vigo». «No puede ser que la voz de una persona sea diferente a la de otra ante la justicia», se quejaba el primero. «Es sorprendente como en pleno siglo XXI un policía tiene la capacidad de mentir, una administración le paga la defensa y un sindicato lo protege», aseguraban algunos de los que ayer aún quedaban ayer congregados en la parroquia. Por su parte, las dos mujeres invitaban al alcalde «a ver de una vez la realidad» y asumir que «sí hay gente durmiendo en la calle» .

«Hoy celebraremos que esta minoría ha ganado la batalla» , señalaba Lores en una conversación con ABC, utilizando las mismas palabras con las que el alcalde vigués se refería a ellos en pleno conflicto por el Alfageme.

Tras reivindicar que «la lucha sigue» y que a partir de ahora alzarán las «voces disonantes» si cabe con más fuerza, Diego reconocía que « no encuentro palabras que estén a la altura del apoyo y la solidaridad recibida durante todo este tiempo por los vecinos del barrio». «Aprovecharemos la red tejida durante estos años para reforzar nuestra lucha, para que los privilegios de unos no pesen más que los derechos y vidas de muchos otros», apuntaba.

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