Hazte premium Hazte premium

CAMINO DE SANTIAGO

Feijóo, en la Traslación: «Necesitamos que Europa siga siendo un espacio de paz, libertad y prosperidad»

El presidente de la Xunta defiende la Ofrenda Nacional como «una obra del pueblo» y recuerda a los refugiados y la necesidad de una España «igualitaria»

Feijóo, como delegado regio, durante la procesión que recorre las naves de la Catedral de Santiago MIGUEL MUÑIZ

ABRAHAM COCO

Alberto Núñez Feijóo presentó este viernes al Apóstol Santiago como «un refugiado, un inmigrante, un perseguido [...] víctima de una intolerancia que sigue estando presente entre nosotros, con otras formas y lenguajes». El presidente de la Xunta ejerció de delegado regio en la ceremonia de Traslación , donde pronunció una Ofrenda Nacional que reivindicó como «obra del pueblo».

La Catedral compostelana acogió la eucaristía que conmemora la llegada de los restos de Santiago el Mayor a la costa gallega. Numerosas autoridades respaldaron esta tradición jacobea, a la que volvió a sumarse el cardenal Antonio María Rouco Varela y de la que volvió a ausentarse el alcalde de la capital, Martiño Noriega , quien considera que un cargo público no debe participar de celebraciones religiosas. En ese contexto hay que entender la primera parte de la Ofrenda de Feijóo: «Es el pueblo anónimo el que construye catedrales como esta y es el pueblo quien las llena de vida —afirmó—. Es también el pueblo el que fragua y decanta tradiciones que ayudan a que el "valle de lágrimas" pueda ser cruzado por caminos de esperanza, de solidaridad y de bienestar material y espiritual».

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, saluda a Feijóo como delegado regio MIGUEL MUÑIZ

«Es el pueblo quien fragua y decanta las tradiciones»

«Que él nos permita ser una España igualitaria y justa, unida bajo una Corona que encarna una tradición modernizada y sancionada por el pueblo»

Al discípulo «humilde» cuyo mensaje «nunca dejó de tener eco», invocó Feijóo en esta «hermosa devoción» para rogar ayuda ante algunos de los problemas que Europa y España encaran en la actualidad . «Necesitamos que esa utopía real llamada Europa siga siendo un espacio de paz, libertad y prosperidad para los europeos, y una referencia para todo el mundo», declaró el delegado regio en su intervención.

Mientras el Viejo Continente se enfrenta al desafío del terrorismo yihadista y a la llegada masiva de inmigrantes y refugiados, repuntan algunos populismos e ideologías radicales e incluso se cuestiona la Unión Europa con situaciones como el Brexit. De ahí la súplica de Feijóo, que pasó revista a las tropas en el Obradoiro acompañado de todo su gobierno salvó el vicepresidente y el conselleiro de Facenda: «Pedimos la resolución suficiente para que la necesaria cohesión de Europa en torno a valores derivados del cristianismo, el humanismo y la Ilustración, sea compatible con la acogida a los que huyen de los variados tipos de barbarie».

Volvió entonces Feijóo la vista a España, «que aspira a afrontar sus problemas sin excluir a nadie y contando con todos» . «Esa nueva España constitucional que nace para preservar la igualdad entre personas y territorios tiene que seguir luchando junta para garantizar que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades con independencia de donde nazcan o donde elijan vivir», proclamó Feijóo.

Feijóo pasó revista a las tropas en la plaza del Obradoiro antes de la ceremonía MIGUEL MUÑIZ

«Galicia demuestra que lo diverso no tiene por qué ser conflictivo; que la defensa de la propio no necesita enemigos ; que la pertenencia a varias culturas es algo enriquecedor; que un territorio geográficamente pequeño puede estar humanamente presente en todo el mundo», reivindicó el oferente. Las mujeres víctimas de violencia o discriminadas social o laboralmente y las personas «sin recursos para hacerse oír» también tuvieron espacio en su ruego al Apóstol, a quien pidió «que nos permita ser como somos, una España igualitaria y justa, unida bajo una Corona que encarna una tradición modernizada y sancionada por el pueblo».

Parte de nuestra identidad

«No podemos llamarnos cristianos si pasamos de lejos sobre situaciones injustas que generan marginación y abandono»

«¡No marginemos a Dios de la realidad social, cultural, política y económica!»

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio , respondió al oferente en su homilía «no como dueño de vuestra fe, sino como cooperador de vuestro gozo ». También el prelado reiteró que «esta fiesta forma parte de nuestra identidad y a todos nos compete que no languidezca ». En su reflexión, lamentó que «ensimismados en nosotros mismos, cerramos las puertas del corazón pensando que preocuparse por los demás es perder el tiempo». «Nuestro individualismo nos lleva a fomentar la comodidad, la indiferencia e insolidaridad resignándonos a la visión fatalista de las cosas», advirtió Barrio. Por eso, recordó: «No podemos llamarnos cristianos si pasamos de lejos sobre situaciones injustas que generan marginación y abandono. Nuestra misión no es la de ausentarnos del mundo, sino la de transformarlo».

«¡No marginemos a Dios del horizonte de la realidad social, cultural, política y económica de nuestra existencia!», reclamó Barrio, que también rogó a Santiago por los cristianos perseguidos, por los padres de familia y por los jóvenes , a quienes pidió «que se cuiden».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación