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ENTREVISTA AL ALCALDE DE VIGO

Abel Caballero: «Los que cambiaron las listas deben asumir las consecuencias»

Es la voz del sector damnificado por Ferraz tras el «cambiazo» de las candidaturas de Pontevedra y Orense. Y señala a la dirección federal de su partido como responsable del conflicto

Caballero, durante la entrevista con ABC en Vigo MIGUEL MUÑIZ

JOSÉ LUIS JIMÉNEZ

A menos de un mes de las elecciones autonómicas, el PSdeG está inmerso en una guerra civil, cuyo detonante ha sido la confección de las listas. Con la aquiescencia del candidato Fernández Leiceaga y la gestora que dirige Pilar Cancela, Ferraz ha modificado las candidaturas aprobadas por las direcciones provinciales de Orense y Pontevedra. Abel Caballero ha estallado.

-Alcalde, en los últimos días se le ha visto muy molesto.

—En otros tiempos también lo he estado con la Xunta y su presidente, y muchísimo más. Si se refiere a mi partido, estoy disgustado porque la decisión que han tomado no es la que corresponde a esta ciudad, y yo voy a seguir defendiéndola. Salvo esta vez, yo siempre me vi apoyado por mi partido.

- ¿Y qué ha pasado ahora?

- Tiene que preguntárselo a quienes tomaron la decisión de cambiar una lista que representaba a Vigo y esta provincia, por otra que no representa como yo creo que se merece a mi ciudad, ni tampoco a la provincia, según afirman 14 alcaldes y la presidenta de la Diputación. Aquí tenemos un proyecto político, cohesionado y ganador, consiguiendo por primera vez la Diputación de Pontevedra, con el mejor resultado que hubo nunca en una gran ciudad respecto a su partido en toda España. Y ese proyecto marchaba, tomamos decisiones en la provincia, democráticamente, con apoyo de alcaldes y alcaldesas. Unas listas para ganar. Pero incomprensiblemente, en las estructuras del partido, en los despachos, se cambió la lista.

-¿Se ve haciendo campaña por el candidato Leiceaga?

—La cuestión no es esa, la cuestión es quién está poniendo las claves para que esto vaya bien: nosotros. Hicimos una lista que tenía el apoyo de los que gobernamos 600.000 personas en esta provincia y toda la diputación. Esa es la más importante campaña que se puede hacer, tener una lista que guste a los ciudadanos.

-¿Es un problema de personas?

—Es un problema de adecuación de las personas a la adecuación social y política de un territorio. Las personas que estén deben apoyar este proyecto vigués e impulsarlo. Teníamos una lista en que las diez primeras personas eran entusiastas de este proyecto de Vigo y de la provincia. Y se cambió por personas que no lo son tanto. Se llega a casos en que manifiestamente no les gusta.

-Eso parece que le ha molestado personalmente, la inclusión de Gonzalo Caballero en el número cinco de la lista.

—No, no se trata de personas, sino de ciudad. Yo no diría esto que digo si fuera personal, esto es un tema político y de primera magnitud. ¿El proyecto del PSOE quiere seguir el de Vigo, la diputación y los alcaldes y alcaldesas que ganan elecciones? ¿O quiere la vía de los que pierden? Y la decisión de los despachos fue elegir a los que pierden. En vez de seguir mi modelo, optaron por cambiarlo y en algún caso ir contra ese modelo. ¡Es que esto lo aprobó el partido en Pontevedra, con un respaldo muy mayoritario de las bases! Nadie explica la razón del cambio.

-¿La ha preguntado en Ferraz?

—La pregunté y no me la dijeron.

-¿Ha podido hablar con Pedro Sánchez?

—No, he hablado con personas de la Ejecutiva Federal, y conocen enteramente mi posición. Y digo que Pedro Sánchez respaldó mi postura, que un alcalde se debe primero a sus ciudadanos. Por tanto, me siento respaldado por él en esta decisión de que por encima de todo, mis ciudadanos deben sentirse representados en las listas.

-Igual Sánchez ha cambiado de criterio...

—No, creo que mantiene ese criterio. Cosa distinta es que alguien se haya equivocado.

-Sin embargo, usted esta semana dijo añorar el PSOE de Rubalcaba...

—Añoro el de Rubalcaba, el de Felipe, y de Zapatero... Más que añorar puse en valor decisiones que se tomaron y que tuvieron impacto en toda España, como el apoyo que me dieron con el partido judicial. Yo me quiero seguir viendo apoyado por el PSOE, porque yo apoyo continuamente al PSOE. Es mi proyecto. La cara del PSOE en esta ciudad es Abel Caballero, que tiene un 52% de los votos, muchos de ellos que no son socialistas pero que nos votan igual. Y quiero extender ese proyecto local a todo el ámbito político. Esa es la ambición. Esto no es una discrepancia con las posturas de fondo del PSOE actual, lo que digo es que hay que usar otras formas de la nueva política, al menos en esta provincia.

-¿La dirección provincial ofreció incluir a la portavoz parlamentaria en la candidatura?

—Yo no soy de la estructura provincial, pero sé que se hizo una oferta de integración muy generosa y muy adecuada. Nosotros teníamos una gran mayoría, y el partido hizo una oferta de integración, y yo lo avalo. Somos gente muy razonable.

-¿Y por qué no fue aceptada?

—Eso pregúntelo a los que se negaron. Quizás porque creían que si se hacía a dedo, saldrían beneficiados. Era una propuesta abierta, para tener una lista pactada en la provincia, pero teniendo claro que el proyecto mayoritario es el que encabeza Vigo, los otros 13 alcaldes y la Diputación.

-¿Ganar elecciones es un cheque en blanco para tomar decisiones?

—No, no, ganar elecciones es un motivo de reflexión para que al menos seamos escuchados los que ganamos. No hay cheque en blanco. Pero cuanto menos, da el derecho a ser escuchados. Y si la mayoría de militantes de una provincia, sus principales cargos institucionales, toman una decisión, tendrán razón, ¿no? ¿No es eso la nueva política, oír a los militantes, a los cargos, a los ciudadanos? Las decisiones no se pueden tomar en los despachos del partido. Y siempre recordaba eso del PSOE. Nunca se tomó una decisión así, y llevo toda mi vida en esto. Ni siquiera se nos quiso escuchar. Y eso no es bueno.

-Quienes defienden el cambio le replican que Vigo ocupa el primer y el quinto puesto en la lista, como ya iba en 2012.

—Es que si salen cuatro diputados por la provincia, hay una ciudad que tiene dos y Vigo solo uno. Con 73.000 votos en municipales, Vigo tendrá un diputado; con 10.000 votos juntos, Pontevedra y Villagarcía tendrán tres. Tremendo. Esto no es la norma habitual del PSOE.

-Usted ha abierto un discurso crítico...

—No, los críticos en esta provincia son los otros. Nosotros somos la mayoría, institucional y orgánica.

-...que ya le replican desde otras provincias gallegas.

—¿Es que los de La Coruña nos quieren hacer las listas a los de Pontevedra? ¿Los que en Coruña tienen a Mareas hegemónicos en las tres ciudades van a decirnos a nosotros, que barrimos a Mareas, lo que tenemos que hacer? No sé si es el mejor criterio. Las decisiones en los partidos, las toma cada provincia. El modelo que tenemos en Vigo y Pontevedra es el óptimo. Lo estamos ganando todo. Por tanto, el nuestro es un proyecto socialista de éxito, y se plasmó en una legítima decisión aprobando una lista.

-Alcalde, ¿toda esta situación se puede reconducir?

—Tiene que ser Ferraz la que tome las decisiones. Yo seguiré defendiendo esta ciudad. Y que esta provincia tenía un proyecto socialista ganador que se ha cambiado sin dar razones.

-¿Este debate interno en el partido no cree que beneficia al resto de rivales políticos?

—Lo que perjudicó al partido fue cambiar las listas, y esa responsabilidad es de quienes las cambiaron.

-O sea, que usted no se responsabiliza de los resultados del 25-S.

—Todo lo que suceda al PSOE a mí me afecta. Pero quienes cambiaron las listas asumirán las consecuencias de la decisión.

-En esta coyuntura, ¿está el PSOE en disposición de disputarle la primacía en la izquierda a la Marea?

—El PSOE, hace unos meses, cuando inicié un proceso de unidad en todo el partido, estaba en disposición de disputarle a Feijóo su hegemonía. Porque en elecciones municipales le dimos un golpe, y en ese proceso quería revivir el espíritu municipalista. Aquel era el proceso de unidad de verdad, avalado por los que ganamos, para tratar de disputarle la hegemonía a Feijóo. Pues ese proyecto quedó parado.

-¿Es capaz de hacer un pronóstico para el 25-S?

-No, no soy capaz. Yo espero que la dirección federal del partido entienda lo que está pasando en Galicia en este momento, y sea capaz de reconducir este proceso.

-¿Pero cómo?

—Eso lo tiene que decidir la dirección del partido en España. Pido respeto para mi ciudad.

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