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«Son 70.000 euros. Si solo tienes 15.000, guárdalos para el entierro de tu marido»

En la primera sesión del juicio por el secuestro de un maderero en 2014 el presunto cabecilla de la banda ha explicado que pagaron 1.000 euros diarios a los propietarios del chamizo

Un momento de la primera sesión del juicio por el secuestro del empresario de Cambre (La Coruña) Miguel Muñiz

P. ABET

Uno de los cabecillas de la banda que en enero de 2014 presuntamente secuestró al maderero Abel Diéguez ha declarado en la primera sesión del juicio que su intención «era darle un susto porque robó y amenazó a mi papá , no queríamos hacerle daño». Según el testimonio de Jesús Mejuto, que ha reconocido participar en la detención de la víctima, le pidieron a Abel que «colaborase y se metiese en el maletero, pero yo no le di los golpes, en ningún momento le pegué». «Jesús Miguélez (el chófer) fue quien le pegó con la pistola en la cabeza y lo ató con bridas , pero yo no lo toqué», ha insistido.

Al conductor, también procesado en el caso, le abonaron presuntamente «3.000 euros por los dos viajes» que hizo con la víctima en el coche. Por su parte, a los dueños de la vivienda de Lalín donde Diéguez pasó seis días retenido, le habrían abonado «mil euros por día». «No sabíamos qué hacer con él» , ha afirmado Mejuto para explicar lo ocurrido.

«Lo del secuestro salió sobre la marcha porque lo que teníamos pensado era darle unas cachetadas a Jorge (hermano de Abel)», ha dicho. Jesús Mejuto, primer interrogado en el juicio, ha reconocido a preguntas de la fiscal que «la lista de todo esto fue Isabel (su cuñada e hija de los dueños del zulo)». Asimismo, ha afirmado que «es posible que le mandase a la mujer un mensaje en el que decía son 70.000 euros, si solo tienes 15.000 euros guárdalos para el entierro». «Lo tratábamos bien porque le dábamos cuatro veces de comer el día, cocido y vino» , ha replicado a una carta que enviaron a su pareja diciéndole que pasaba hambre y sed.

Ocho personas están imputadas por el secuestro del maderero, que mañana jueves deberá declarar ante sus presuntos raptores. Durante la primera sesión de juicio se ha revelado que la banda se confundió de víctima , porque su objetivo era el hermano del finalmente retenido. Mejuto también ha explicado ante el letrado de la acusación que sus anteriores declaraciones «son falsas porque me eché la culpa de todo para que pagásemos los menos posibles ».

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