Adiós a la libertad horaria del gran comercio en el centro de Alicante

Tras decenas de domingos de comercios abiertos desde que se declarase el centro de Alicante Zona de Gran Afluencia Turística y se liberalizasen los horarios, el 17 de enero de 2016 supuso un punto de inflexión a nivel comercial en la ciudad. La llegada al poder municipal de un tripartito formado por PSOE , Compromís y Guanyar Alacant trajo consigo la culminación de una de sus promesas electorales: prohibir que el gran comercio abriese domingos y festivos.

Con la temporada de Navidad ya cerrada, y después de un primer domingo de «vista gorda» como impulso al periodo invernal de rebajas , consumidores y trabajadores veían en el domingo 17 el día a partir del que invertir una tendencia. Y así fue. El primer domingo de vuelta a la fórmula arcaica de persianas bajadas cambió lo visto a pie de calle durante las semanas previas a la entrada en vigor de la medida, Navidad aparte.

Los domingos, sin ser el día de mayor afluencia, se habían afianzado como una pata importante en la facturación del comercio del centro de la ciudad. Ahora, establecimientos de más de 300 metros cuadrados no podrán abrir sus puertas más allá de los festivos estipulados por ley . El domingo de la discordia, tan solo dos pequeñas tiendas de moda y la Fnac –por tener gran parte de su superficie dedicada a la cultura– se libraban de la nueva normativa y podían recibir al público, aparte de los bajos de El Corte Inglés de Federico Soto, dedicados a la gastronomía.

Ahora, con el sector turístico en contra de la decisión por la pérdida de competitividad de Alicante como destino , se prevé una «desertización» progresiva de las vías comerciales del centro de la ciudad, toda vez que los pequeños comercios que sí puedan abrir no podrán beneficiarse del polo de atracción que supone estar ubicados junto a otros con mayor poder de convocatoria.

Con tripartito municipal y Consell compinchados para fomentar la limitación horaria , la desestacionalización turística –una de las grandes aspiraciones conjuntas de ambas administraciones – choca con la postura adoptada por los representantes del sector, opuestos al cierre dominical por la sensación de ciudad vacía que queda en los visitantes puntuales, especialmente los llegados a bordo de cruceros.