Tránsfugas y granadas pegajosas

Parece que el popular videojuego Fortnite va a poner de moda las granadas pegajosas , dado que en su plan de mejoras las va a incorporar al catálogo de armas, que millones de jugadores pueden utilizar en enfrentamientos masivos en la red. El origen de las granadas pegajosas se remonta a la segunda guerra mundial, cuando los británicos, que no disponían de suficientes cañones para hacer frente a los tanques alemanes, decidieron innovar en el uso de las granadas. Estas granadas pegajosas, como su nombre indica, disponían de un adhesivo que permitía adherirse a un tanque de forma que su explosión le causaba daños irreparables.

La idea podía parecer buena, pero tenía una serie de problemas que desaconsejaron su uso. En primer lugar, obligaban al soldado a acercarse junto al tanque, algo que sin ser yo un experto creo que no debía ser muy fácil. Pero eso no era lo peor, ya que la granada no se adhería al tanque si este tenía polvo y barro, y, además, tenía la mala costumbre de pegarse a la ropa del soldado si se producía un mínimo contacto, con las desastrosas y previsibles consecuencias.

Al igual que las granadas pegajosas, los tránsfugas en política son bastante imprevisibles y en ocasiones de resultados contraproducentes para los que los utilizan en algún momento. Recientemente la candidata socialista a la alcaldía de Alicate apuntaba en una entrevista que la concejal tránsfuga que les quitó del poder , podía volvérselo a dar dado su carácter impredecible. Así daba a entender que, si la susodicha dejara el acta, se podía provocar un nuevo vuelco en el poder del Ayuntamiento de Alicante. Recordamos que este Ayuntamiento tiene ahora dos concejales tránsfugas que, en la situación tan igualada de fuerzas, pueden tener una influencia en la toma de decisiones mucho más allá de lo razonable, ya que probablemente puedan deberse más a decisiones de interés personal que de interés general.

Es probable que los socialistas negociaran con los tránsfugas para garantizar la alcaldía tras la dimisión del alcalde anterior por motivos judiciales. Esta negociación ahora puede volverse en su contra dada la citación del fiscal a una de las tránsfugas, precisamente para investigar esa posible compra del voto . También parece probable que los populares presionaran al otro de los tránsfugas a cuenta de las prebendas que este recibe de la Diputación gobernada por los populares, para que no apoyara a la candidata socialista.

Así, lo peor es que, a pesar de los intentos de pactos existentes contra el transfuguismo, los mismos partidos que los firmaron, habitualmente negocian con los tránsfugas para desequilibrar la balanza en su favor.

A medio plazo negociar con un tránsfuga es como que la granada pegajosa se te adhiera al pantalón mientras te diriges valerosamente hacia el tanque, es muy probable que acabes teniéndote que bajarte los pantalones y tengas que escapar en ropa interior mientras te disparan desde el tanque. Para evitar estos casos de bochorno, quizá hay una solución más allá de dar las actas directamente a la gestión de los partidos, y se trata de modificar la ley para que los alcaldes deban ser elegidos con mayoría absoluta a doble vuelta, en otros países parece que funciona.