A seis días de la Crida

Este próximo domingo Valencia abrirá sus puertas a las fallas de 2018. La “Crida” marcará el inicio oficial de las fiestas josefinas, que poco a poco ya van calentando motores.

Siguiendo con el mundo fallero, escribo esta columna un par de días después de la exaltación de la vicepresidenta Mónica Oltra como Fallera Major de su comisión, Ángel del Alcazar-José Maestre 'El Cid'. Hasta ahí todo correcto salvo por el “morbo” de la condición de la máxima representante fallera como del autor del “aproposit”, en forma de sainete político, que contaba con la firma de su compañero de partido y concejal , Carlos Galiana .

Las fallas son siempre consideradas un tributo a la sátira. Galiana, como buen compañero de Oltra, y más en su máximo día como Fallera Major, sólo tuvo loas para su figura y bronca para los “rivales” de bancada política: infrafinanciación, las pocas neuronas en los representantes populares e incluso psicofonías sobre Rita Barberá…de ahí el buen gusto o no de tales bromas. El “aproposit” también repartió un poco de manera interna entre lo poco fallero que es Ribó y la rivalidad que desde siempre ha habido entre el concejal Fuset y Galiana .

Que todo quede en las fallas y todo lo que les rodea, quien quiera ver algo más en estos hechos es que tiene poca visión. Oltra de nuevo ha jugado una buena baza, siendo Fallera Major en año preelectoral y haciendo más visible si cabe su participación en esta fiesta. Que otros muchos aprendieran.

A una semana de la “crida” no lo sé, pero a pocas semanas sí que parece que se hará público el cabeza de cartel de los populares valencianos para el Cap i Casal . Desde hace tiempo hay diversos medios de comunicación valencianos tomando partido por diferentes opciones. A mi particularmente me parece que la autonomía se debe de tomar desde la propia Avenida de América, donde está situada la sede regional de los populares, muy por encima que desde cualquier despacho a 365 kilómetros de los problemas de los valencianos. Por otra parte el elegido debe de ser conocedor de la propia ciudad, vecino de ella y con conocimiento de sus calles, sus barrios y su tejido social, más allá de ser una “cara atractiva” para el votante.

La gestora de Valencia ciudad va a cumplir dos años de funcionamiento y es justo reconocer el trabajo que han realizado en las peores condiciones posibles, y con una relación, llamémosle “extraña” con el Grupo Municipal Popular. Pero bueno, todo esto daría para varias columnas. Tan sólo hay que aprovechar el trabajo realizado, y la base de la militancia, que de manera desinteresada está manteniendo a flote el partido en Valencia ciudad.

Las encuestas pueden predecir el cambio político en Valencia de cara al año que viene, los números apuntan, a pesar de todo el tiempo perdido esta legislatura. Pero bueno querido lector, eso será otra “crida”, de momento disfrutemos de la de 2018.