Un presidente sin podio

Falta menos de un mes para que conozcamos los resultados de las elecciones generales. Extrapolando los resultados que se produzcan en la Comunitat Valenciana en esa contienda electoral nos podemos encontrar con que el partido del actual presidente de la Generalitat, Ximo Puig , sea la cuarta fuerza política en número de apoyo popular .

Muchos pueden decir que eso no lo deslegitima para seguir ocupando su cargo autonómico, pero al final esos datos pueden tener mas «molla» de lo que pensamos. Que el partido de Puig sea el farolillo rojo de los partidos con representación parlamentaria en les Corts en menos de seis meses de haber tomado posesión escuece, y mucho, y no auguraría nada positivo en las filas del partido de Blanquerias, donde en 2015 también tendría congreso interno. Que el PSOE quedara cuarto daría un gran espaldarazo a la estrategia de Oltra y su unión con Podemos de cara a las generales. Esa unión evidencia una coalición que trasladada a les Corts suman 32 diputados, uno más que los populares y nueve más que los socialistas. Oltra podría forzar la entrada de Podemos en un futuro al gobierno autonómico con una doble estrategia , evidenciar la debilidad de Puig y también callar a los críticos del Bloc, que estaban en contra de la coalición a las generales entre la coalición naranja y la morada de Iglesias.

Las próximas elecciones también tendrán, y muchas, lecturas internas en los partidos valencianos. Si 2015 ha sido un año predominantemente electoral , 2016 será el año de los congresos de casi todas las formaciones. Compromís decidirá que es lo que quiere ser, cabe la posibilidad de una fractura interna con la gente de Iniciativa, seguro que dará para muchos titulares en prensa , como nos han dado este año todos sus referéndums y primarias que han realizado este año, inagotables a la par que insoportables . Los socialistas vivirán la dicotonomia de gobernar la Comunitat y muchos ayuntamientos con múltiples coaliciones y ser seis meses después la última fuerza en apoyo popular. Y por últimos los populares se la juegan en no dejar de ser la fuerza más votada en la Comunitat y mantener por lo menos su base de apoyo de cerca de 700.000 votos que tuvo el pasado mayo, para organizar unos congresos desde, por lo menos, la nerviosa tranquilidad de poderse reestructurar sin muchos sobresaltos.