Alberto Caparrós - CRÓNICAS SABÁTICAS
Ocho apellidos valencianos
«Ni catalanización, ni paro, ni igualdad. El debate político comienza y termina en el calvario judicial del PP»
Camps, Puig, Bonig, Pons, Ribó, Roig, Geribés y Nomdedéu. Ocho apellidos valencianos con sus ocho correspondientes noticias protagonizadas en la última semana por otras tantas personas a cuyos padres nadie les tuvo que recordar que «normalizaran las grafías castellanas» de sus recién nacidos como hacen en la actualidad doce ayuntamientos de la Comunidad Valenciana con alcaldesas apellidadas Marco o Marqués .
Como apuntó Isabel Bonig , la campaña dirigida a los progenitores para que registren a sus hijos con nombres en valenciano aunque sean de origen árabe, que valencianicen sus apellidos, que les matriculen en línea en valenciano y que les pongan películas en valenciano es un paso más del «proceso de catalanización» que arrancó esta legislatura de la mano de Administraciones gobernadas por el PSPV y Compromís y al que en este caso se han sumado dos ayuntamientos gobernados por el PP para disgusto (uno más) de su presidenta regional.
Mientras los centros de salud reparten folletos a los padres con pautas de «valencianización» de los menores, en Valencia se congregan dos centenares de personas para reclamar la libertad de los mal llamados «presos políticos» y Acció Cultura l prepara su sede -cuya hipoteca viene abonando en los últimos años la Generalitat de Cataluña- para albergar la «obra» de Santiago Sierra censurada en Arco, a los valencianos les sigue preocupando por encima de todo el paro, la sanidad y la educación. Lo dice el Barómetro de la Generalitat e Isabel Bonig , la máxima representante del partido más votado por los valencianos, se encarga a diario de recordarlo.
La misma semana que un alto cargo de Compromís comparaba a la secretaria general del PPCV, Eva Ortiz , con un «chimpancé» - Enric Nomdedéu sigue en el cargo de secretario autonómico de Empleo y defendido por la mismísima consellera de Igualdad, Mónica Oltra -, un concejal del mismo partido era condenado por dar un manotazo y llamar «payasa» a la alcaldesa de su pueblo en Benicull, sin que a día de hoy conste un reproche de los superiores a Joan Vicent Geribés .
Sin embargo, con parte de los pensionistas en pie de guerra y la otra en Benidorm , donde los hoteles están trabajando a pleno rendimiento con niveles de ocupación históricos para un mes de febrero, en la Comunidad Valenciana el debate político comienza y termina en el calvario judicial del Partido Popular .
En la misma semana se ha reabierto la causa por el accidente del Metro de Valencia ; un juez ha dictado la apertura de juicio oral contra Sonia Castedo y Luis Díaz Alperi , los últimos alcaldes populares de Alicante ; y en otro juzgado se han cursado las citaciones como imputados de, entre otros, el expresidente de la Generalitat Francisco Camps , en un nuevo procedimiento relacionado con la visita del Papa en el año 2006 .
El pasado atrapa al presente del PP en un bucle que impide a Isabel Bonig marcar una agenda propia mientras Ciudadanos se frota la manos. Como sostiene su portavoz en las Cortes Valencianas, Mari Carmen Sánchez , en la entrevista que este domingo publica ABC la supervivencia de su partido no depende de machacar al PP. El PP, de hecho, se machaca solo. En castellano y en valenciano.
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