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CULTURA

La «desilusión» del sector de las artes escénicas con el conseller Vicent Marzà

Echan en falta una estrategia cultural a largo plazo y critican la lentitud de las reformas

Imagen del conseller Marzà con el director del IVAM ROBER SOLSONA

M. MOREIRA

El sector de las artes escénicas valencianas esperaba el cambio de Consell como un maná , pero los ocho primeros meses de Gobierno de coalición entre PSPV y Compromís han sumido a los profesionales y empresarios culturales en la desilusión. Quieren hechos y por el momento solo han obtenido buenas intenciones.

“Creíamos que el giro político sería como un balón de oxígeno para la industria cultural, pero seguimos igual –lamenta María Ángeles Fayós , presidenta de la Asociación Valenciana de Empresas de Teatro y Circo (AVETID) -. Repitiendo las palabras de Mónica Oltra , creemos que en la Conselleria están muy preocupados del quién y no de qué”. Fayós hace referencia al concurso abierto para el nombramiento del nuevo director gerente de Cultuarts, al que por el momento se han presentado diez candidaturas.

«Creemos que en la Conselleria están muy preocupados del quién y no de qué»

María Ángeles Fayós

El sector ha puesto sobre la mesa del conseller de Cultura, Vicent Marzà , una larga lista de reivindicaciones: más presupuesto, mayor impulso a la producción propia, más vertebración de los contenidos y las ayudas a lo largo y ancho de la Comunidad, más apoyo al teatro en valenciano, un nuevo establecimiento de relaciones entre el sector privado y público , etc. Pero por encima de todo requerían el diseño de una estrategia a largo plazo que todavía no se les ha facilitado. “Las asociaciones miramos con incredulidad la elección de un director general para un organismo que hasta hace poco ellos mismos consideraban poco operativo. Nosotros hemos cuestionado siempre la creación de Cultuarts ”.

La portavoz de AVETID incide en que “a nosotros lo que nos preocupa no es la gerencia, sino las direcciones artísticas y cómo se va a gestionar la política cultural. Está muy bien que vayan a duplicar el presupuesto de la Diputación y la Conselleria, pero el recorte en los ayuntamientos sigue siendo el mismo que existía con el PP”. En su opinión, la industria cultural en la Comunidad Valenciana se encuentra “ a años luz de la de Cataluña, Andalucía o Madrid , cuando estamos por encima de ellas en talento, iniciativa empresarial y ganas de hacer bien las cosas”.

Son muchos los frentes que encontró abiertos el nuevo conseller al acceder al cargo –la reorganización del San Pío V, la política lingüística, etc.-, pero la principal “patata caliente” era Cultuarts. Con el objetivo de optimizar recursos, el Ejecutivo del PP decidió disolver las principales entidades culturales públicas (IVAC, el IVM, el IVC+R y Teatres) para su integración en un solo organismo compuesto por cinco subdirecciones dependientes de un director general. Con la creación de este conglomerado, iniciado con Lola Johnson como consellera y ultimado po r María José Catalá , se pretendía conseguir un ahorro del 20 por ciento de los gastos corrientes.

El proyecto vino acompañado de reducciones de presupuesto y recortes de plantilla de hasta el 40% . La apuesta por Cultuarts fue por tanto compleja de llevar a cabo en el ámbito administrativo, dolorosa en el plano humano y duramente criticada por parte de los profesionales de las artes escénicas. La reversión de todo este proceso sería igualmente compleja y no exenta de costes, lo que situó a Marzà ante un dilema: suprimir Cultuarts o mantenerla introduciendo reformas.

A pesar del rechazo casi unánime de artistas y empresarios hacia este “holding” , el conseller se ha decantado finalmente por la opción menos drástica. Se anunció un incremento sustancial del presupuesto global para Cultura, así como la implementación del Código de Buenas Prácticas. Es decir, el mantenimiento del puesto de director general de Cultuarts, pero elegido mediante un comité de selección integrado en una mínima parte por miembros de la Administración (un 25%), y una mayoría de expertos y representantes de la sociedad civil. Un proceso idéntico y simultáneo al que regirá la elección del sustituto de Felipe Garín al frente del Consorcio de Museos de la Generalitat.

«Marzà nos escribió un mail diciendo que hacían lo que podían y que aprendían sobre la marcha»

Hace apenas una semana, la Conselleria dio a conocer la composición de estos comités , en la que figuran, entre otros, el presidente del Sindicato de Actores (AAPV), Ximo Solano; Verónica García de la Asociación de Empresas de Danza, y Minerva del Toro de la Asociación de Empresas de Teatro y Circo (AVETID). Al verse excluidas de este proceso, el resto de organizaciones profesionales –la de profesionales de la Danza (APDCV); el de Creadores de Artes Escénicas; el de Escritores Teatrales (AVEET) y la Federación de Espacios Teatrales (FETI)- emitieron esta semana un comunicado denunciando el “menosprecio” de la Conselleria al “decidir que unas asociaciones son válidas frente a otras”.

Frente a la inquietud de los artistas, el departamento de Campanar pide paciencia. “Marzà nos escribió un mail diciendo que hacían lo que podían, que aprendían sobre la marcha y que estaban saturados”, comenta una portavoz del sector. Probablemente, todo parecía más fácil desde la trinchera de la oposición.

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