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El proceso soberanista entra en «tierra ignota»

Puigdemont trata hoy de sumar apoyos a su referéndum unilateral con la vista puesta en el papel de los «comunes» de Colau

Se espera que el jueves el presidente catalán anuncie la fecha y la pregunta, dando por cerrada cualquier posibilidad de diálogo

Puigdemont, Junqueras y Munté, en la última reunión de partidos para abordar el referéndum EFE

ÀLEX GUBERN

Aunque desde hace cinco años Cataluña acumula una interminable lista de «días históricos» y «jornadas decisivas», hay coincidencia en señalar que los próximos días sí van a resultar determinantes para el devenir del proceso soberanista. Si se cumplen las previsiones, el próximo jueves la Generalitat comunicará la fecha y la pregunta del referéndum de autodeterminación que pretende, al menos, convocar para el 1 o el 8 de octubre. Su celebración, como se admite a veces con sordina entre las propias filas independentistas, es algo mucho más improbable.

Como han señalado todos los partidos constitucionalistas, al anunciar fecha y pregunta, la Generalitat habrá cruzado el Rubicón , dando por definitivamente enterrada la posibilidad de una salida negociada que, por parte, del Gobierno solo se admite si hay antes una renuncia a la consulta y el cese de los ultimátums y las amenazas. Ahora mismo parece imposible que el gobierno catalán vaya a recular. El choque de trenes parece inevitable .

Antes del anuncio previsto para el jueves, la principal incógnita es conocer con cuántos apoyos contará Puigdemont más allá de los de su partido, el PDECat, ERC y la CUP . En este sentido, hoy resultará clave el resultado de la reunión del llamado Pacte Nacional pel Referèndum, un foro que, además de partidos, reúne a sindicatos, asociaciones, entidades y alguna universidad, todos partidarios de la celebración de un referéndum, aunque no sean necesariamente independentistas, y mucho menos unilateralistas.

Aunque Puigdemont buscará la foto, se da por descontado que el Pacte Nacional no apoyará al presidente en su apuesta por llevar adelante el referéndum de manera unilateral, con lo que probablemente la reunión de hoy se resolverá, de nuevo, con una posición común de mínimos a favor de una consulta pactada. Sin novedad. La jugada del referéndum «sí o sí» la tendrán que jugar los partidos y las entidades independentistas por su cuenta.

Entre los integrantes de este foro destaca por su papel clave Catalunya en Comú , el partido de Ada Colau y Xavier Domènech, que sigue navegando en la indefinición, si bien ya ha dejado claro que no se sumará a la consulta unilateral, aunque no quieran tampoco descalificarla por completo. Ayer, una portavoz del partido planteaba que su formación apoyaría la consulta si esta tiene reconocimiento internacional y es efectiva, una forma elegante de descolgarse pero sin sumarse al frente de partidos que rechazan el referéndum por principio. Como ha sucedido en otras etapas del proceso, las ansias de los partidos independentistas y su «tenemos prisa» hará que con probabilidad los «comunes» también acaben descolgándose.

Tras el anuncio de la fecha y la pregunta, y siguiendo el ritual de otros momentos «históricos», les tocará el turno a las entidades soberanistas, ANC y Òmnium, que ya han anunciado para el próximo domingo un acto masivo en apoyo a la consulta. A partir de entonces lo que está por llegar es «tierra ignota».

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