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El Parlamento catalán destituye a De Alfonso por el caso de las escuchas al ministro del Interior

Todos los grupos, excepto el PP, votan a favor de destituirlo como director de la Oficina Antifraude de Cataluña

De Alfonso, el pasado jueves tras comparecer en el Parlament INÉS BAUCELLS

ABC.ES

No ha habido sorpresas. El pleno del Parlament de Cataluña ha aprobado tal y como se preveía este mediodía la revocación del nombramiento de Daniel de Alfonso como director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC). La decisión ha contado con los votos favorables de JxSí, C's, PSC, SíQueEsPot y la CUP, mientras que el PP ha dado su "no" al cese del cargo.

Con 121 votos a favor y 11 en contra (los de todos los diputados populares), se han superado las tres quintas partes necesarias para cesar al director de la OAC en primera votación después de que la Comisión de Asuntos Institucionales (CAI) del Parlament escuchara el pasado jueves a De Alfonso y decidiera elevar al pleno la decisión de revocarlo.

Los grupos favorables a su cese han criticado la grave negligencia de De Alfonso, que incumplió sus funciones al revelar información al ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, y haberse subordinado, desde su punto de vista, a las órdenes del ministro, cuando la Ley de la OAC establece que el director de la oficina "no recibe instrucciones de ninguna autoridad".

La polémica saltó la semana pasada cuando en plena campaña electoral por el 26-J se filtraron unas conversaciones entre De Alfonso y el ministro en la que hablaban de buscar casos de corrupción a ERC y CDC, entre otras cuestiones. A raíz del caso, el propio De Alfonso compareció en el Parlament, y el Parlament ha acordado remitir a la Fiscalía, «los efectos que legalmente correspondan, el acta y la transcripción de la sesión de la Comisión» en la que compareció De Alfonso.

El único diputado que ha evitado cargar contra De Alfonso ha sido el del PPC Santi Rodríguez, que ha apuntado que lo que es «un escándalo político de dimensiones mayúsculas» es el hecho de que se produjera una «grabación ilegal de una conversación en el despacho de un ministro del Interior», que ve como «el único hecho delictivo».

Tras lanzar la sospecha de que detrás de la destitución del director de la Oficina Antifraude hay un interés del Govern en situar en el cargo a «alguno de los suyos», para que «no moleste demasiado», ha propuesto modificar el sistema de elección, para que la «mayoría absoluta de diputados independentistas» no sea suficiente para escoger en segunda votación al nuevo director.

Por su parte, la portavoz parlamentaria de Junts pel Sí, Marta Rovira, ha acusado a De Alfonso de una «actuación éticamente indignante», si bien ha indicado que «el problema es tener a un ministro y a un presidente del Gobierno» que utilizan la Oficina Antifraude para cometer un «fraude político».

El presidente de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, ha acusado a Fernández Díaz de ser un «provocador» y de tener un «comportamiento predemocrático propio de la cultura franquista», mientras que el portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa, ha cargado duramente contra Fernández Díaz: «El ministro insta a un organismo a investigar a los rivales políticos, le graban en el interior de su despacho y se hace público. Vaya chapuza de ministro del Interior, da vergüenza».

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