Gritos de «independencia» para arropar a Artur Mas

Desde primera hora de la mañana, las inmediaciones del Palacio de Justicia, en el paseo Lluís Companys, se han llenado de banderas esteladas , pancartas y demás parafernalia independentista, en una reedición, más masiva, de lo que fue la primera comparecencia de Mas ante el TSJC, en ese momento aún en fase de instrucción.

Con toda la liturgia de las manifestaciones de la Diada , más de 150 autocares llegados de toda Cataluña han llenado los alrededores del paseo Lluís Companys, en lo que el soberanismo, en palabras del propio Artur Mas ayer, confía en que sea un "acelerador" del proceso soberanista. En una zona reservada en la plaza de Sant Jaume se han situado a unos 50 dirigentes de partidos soberanistas (PDeCAT, ERC, CUP y Catalunya Sí que es Pot), como Joan Tardà, Gabriel Rufián, Lluís Rabell, Joan Josep Nuet, Anna Simó, Joan Rigol, David Fernández, Lluc Salellas, Joan Giner, Xavier Trias, Lluís Llach, Joan Coma y David Bonvehí.

Tras ser recibidos en el Palau de la Generalitat por el presidente Carles Puigdemont, todos juntos, en comitiva, han recorrido el trayecto entre la plaza de Sant Jaume y el Palacio de Justicia. El trayecto ha transcurrido la mayor parte del trayecto en silencio , y la solemnidad que las autoridades han querido dar al acto ha quedado en un segundo plano en algunos momentos con gritos tímidos por la independencia.

A la altura del Fossar de les Moreres, en el barrio del Born de Barcelona, la comitiva se ha detenido para cantar el himno catalán , acompañados por miembros de La Coronela, agrupación que recrea una histórica milicia encargada de la defensa de la ciudad de Barcelona en 1714 frente a las tropas borbónicas. Han sido numerosos gritos como «independencia», «ni un paso atrás» o «no estáis solos». La comitiva también se ha parado un momento frente al Born Centro Cultural, otro de los puntos emblemáticos para los soberannistas.

A medida que las autoridades se acercaban a Lluís Companys, se ha empezado a notar que la mayor parte de los asistentes, unas 40.000 personas según los primeros datos de la Guardia Urbana de Barcelona. Allí esperaban a los encausados los miles de catalanes que han llegado en autobús procedentes de diferentes puntos de Cataluña, algunos de los cuales han tenido que madrugar bastante para estar a primera hora del día en Barcelona. Como Jordi, llegado de la comarca de la Conca de Barberà, al que le ha sonado el despertador a las 5.30 horas y que ha estado esperando más de una hora y media a la comitiva.

Él ha acudido a la cita porque los acusados "no están solos. Yo también soy tan culpable como ellos", ha comentado. Otros ocupantes de los autocares fletados por las entidades soberanistas han tenido menos suerte y han llegado al paseo Lluís Companys pasadas las 9 horas. En la avenida los cánticos han sido más habituales que durante el trayecto hasta el TSJC de los encausados y de hecho algunos asistentes a la concentración han comentado a ABC que "la gente estaba poco animada, nos esperábamos más gritos".

Sobre las 9.05, la cabecera de la marcha ha pasado por debajo del Arco de Triunfo, ya en el Paseo de Lluís Companys, que estaba decorado con un gran cartel con el lema "Love democracy" (Ama la democracia) colgado por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural, la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y la Asociación Catalana de Municipios, entidades convocantes de la movilización soberanista.

Este último tramo hasta las escalinatas del Palacio de Justicia, en el mismo Paseo de Lluís Companys, lo han recorrido lentamente, entre los vítores y los gritos de "No estáis solos" de los miles de congregados que han respondido a la convocatoria de las entidades soberanistas, muchos de los cuales exhibían 'estelades' y carteles con lemas como "Las urnas no se juzgan" o "Votar es democracia".

Antes de entrar en la sede del TSJC, Mas, Ortega y Rigau han subido a una tarima para saludar a los asistentes a la concentración y expresarles su agradecimiento, aunque no han tomado la palabra. Los tres encausados, que estaban citados a las 9.00 horas, han llegado pues con cerca de media hora de retraso al TSJC, donde entre hoy y el viernes serán juzgados por los delitos de desobediencia grave y prevaricación al mantener la consulta del 9N pese a que el Tribunal Constitucional la había suspendido cinco días antes.

El presidente de la sección territorial de Cataluña de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Luis Rodríguez Vega, consideró ayer como "injustificable" que las instituciones catalanas participen en las movilizaciones de apoyo a Artur Mas. En Rac1, Rodríguez Vega se mostró muy crítico con las movilizaciones ante las puertas del Tribunal de Justicia de Cataluña organizadas por las entidades soberanistas para apoyar al expresidente, al considerarlas una coacción inadmisible.

En la misma línea, Sociedad Civil Catalana (SCC) lamenta el "acoso" al que se soemte el TSJC. En un comunicado, consideraron inadmisible que cargos del Govern hayan animado a pedir un día de fiesta -también a funcionarios- para asistir a la concentración de la ANC, Òmnium, la AMI y la ACM para "hacer sentir su aliento sobre los jueces".

Frente a estas consideraciones, las entidades soberanistas exigen a Europa "que el 6 de febrero vea como un estado demofóbico una vez más juzga a un presidente, a unos representantes políticos, que luchan y se esfuerzan por conocer la opinión de sus ciudadanos".