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Las juventudes del PDeCAT piden un Estado catalán con ejército y presencia en la OTAN

Apuestan por unas fuerzas armadas propias y por convertirse en miembro neutral pero activo de la Alianza Atlántica

Maniobras de la Brigada Acorazada Guadarrama XII en San Gregorio FABIÁN SIMÓN

ABC. ES

La CUP ha hecho de la cruzada contra el ejército uno de sus caballos de batalla de la legislatura y nunca ha escondido su apuesta clara por la desmilitarización, pero sus socios de gobierno, o al menos una parte, no lo tiene tan claro. Es lo que se desprende de «Azul sobre Blanco. Ideas para la Cataluña Estado», documento elaborado por las juventudes del PDeCAT, la JNC, en el que apuestan una Cataluña independiente que sea miembro neutral pero activo de la OTAN y tenga «fuerzas de defensa»

«La UE, en su texto jurídico fundamental, nos obligará a disponer de unas fuerzas de defensa. Y en la OTAN, como organización de carácter militar, es condición 'sine qua non'. En caso de optar por una política de neutralidad, la necesidad de unas fuerzas de defensa sería aún más marcada», sostienen los cachorros de la antigua convergència para justificar su apuesta por un ejército catalán.

Según las juventudes nacionalistas, gran parte del independentismo quiere seguir en las instituciones internacionales de las que se forma parte actualmente, lo que llevará a la obligatoriedad de tener ejército en un Estado catalán.

También admiten que el día que se proclame la independencia no se dispondrá de una capacidad militar ni siquiera proporcional a la de España, pero destacan que debe trasladarse un compromiso claro para desarrollarlas en base a los estándares internacionales que les pidan.

En este sentido, la JNC detallan que las primeras capacidades que habrá que desarrollar son la protección del territorio, el espacio aéreo, las aguas internacionales y el ciberespacio para combatir «acciones agresivas» que procedan de grupos terroristas o criminales, y apuestan por hacerlo en cinco años aproximadamente.

En este ámbito, también consideran que hay que cubrir la parte que les corresponda en operaciones internacionales, por lo que ven necesario diseñar capacidades expedicionarias, entre otros aspectos, en un máximo de diez años.

«Si no podemos estar disponibles cuando se nos requiera en el marco de una alianza o coalición, no podremos esperar ningún tipo de reconocimiento, por lo que nuestros intereses nacionales se verán perjudicados», defienden.

«Hay que ponernos a trabajar seriamente en el ámbito de la defensa. Guste o no, las normas de juego son estas, y aspiramos al pleno reconocimiento como Estado», añaden. Para las juventudes, un Estado catalán debe extender su influencia en Europa y en los principales órganos internacionales, como la ONU, el FMI y los tribunales de justicia internacionales, y debe ser «miembro neutral pero activo de la OTAN y cumplir los objetivos fijados en sus tratados».

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