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La cuenta atrás para unas nuevas elecciones inquieta al independentismo

Junts per Catalunya exige al presidente del Parlament Roger Torrent que convoque un nuevo pleno de investidura y ERC exige a los de Puigdemont que eviten una nueva convocatoria electoral a menos de dos meses para que acabe el plazo

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont al salir de la prisión alemana de Neumuenster AFP

M.VERA

La cuenta atrás para la repetición de las elecciones en Cataluña avanza imparable. Así las cosas, los dirigentes de Junts per Catalunya (JpC) y ERC tienen marcado en rojo una fecha en su calendario: 22 de mayo. Ese día acaba el plazo para investir a un nuevo «president», de no ser así, el Parlament quedaría disuelto automáticamente y la maquinaria electoral se encendería de nuevo .

En este contexto, la portavoz de JpC, Elsa Artadi , ha exigido hoy al presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, que fije ya una fecha para la investidura de Jordi Sànchez -que vuelve a ser el candidato de los neoconvergentes-. Sin embargo, los de Carles Puigdemont no tienen inconvenientes en reconocer que su objetivo final sigue siendo investir al exalcalde de Gerona.

« Puigdemont siempre ha sido el candidato de Junts per Catalunya, todas las acciones que hacemos van en dirección a investirlo. Estamos modificando la ley de la presidencia», ha señalado esta mañana la mujer fuerte de la lista del expresidente cesado en una tertulia en Catalunya Ràdio en la que ha compartido mesa con dirigentes de ERC y la CUP.

Por su parte, desde Esquerra insisten en pedir que no se siga jugando con escenarios que deriven en una nueva convocatoria electoral que podría dejar al independentismo con un escenario desolador. «Puigdemont debería convertirse en presidente de la Generalitat pero es urgente un gobierno ahora, aunque sea provisional, para hacer frente al embate del Estado », señalan por su parte desde ERC, en palabras del diputado Gerard Gómez del Moral. Asimismo, del Moral ha apuntado que su formación estudia pedir el voto delegado del exconseller y parlamentario republicano fugado en Bélgica Antoni Comín para facilitar que un debate de investidura salga adelante.

El inmovilismo de la CUP y la ANC

Por su parte, la CUP ve los toros desde la barrera e insiste que su candidato es únicamente Carles Puigdemont, evitando así sumarse a las fórmulas creativas de Junts per Catalunya y ERC para apuntarse tantos ante su electorado rehuyendo nuevos choques frontales con el Estado. «Discrepamos de la táctica de esperar a presentar Puigdemont. No creemos que haya que buscar la conciliación con el Estado. Tenemos que seguir la vía de confrontación . La desobediencia nos está funcionando mejor», resume el dirigente de la los anticapitalistas Carles Riera. La postura de los antisistemas se asimila con la posición expresada este fin de semana por la Assemblea Nacional Catalana, que reniega de su propio expresidente (Jordi Sànchez dirigió la principal entidad independentista entre 2015 y 2017) e insiste en investir a Puigdemont.

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