«Los okupas han dado un pulso al sistema y a la democracia tal y como la conocemos»

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau , ha pedido prudencia a los Mossos d'Esquadra y «proporcionalidad» en sus intervenciones en los disturbios tras el desalojo del 'Banco expropiado' de Gràcia. Colau ha instado a las fuerzas del orden que traten de evitar «escaladas de violencia» y a proteger a los vecinos y garantizar sus derechos. Estas revueltas 'okupas' tienen lugar justo dos años después de los gravísimos disturbios tras el desalojo de Can Vies. Los vecinos han advertido a « La tarde COPE » de que «lo peor puede pasar el fin de semana» en Barcelona.

En este caos de violencia antisistema, los comerciantes del Paseo de Gràcia de Barcelona no quieren que su nombre salga en la prensa por miedo a que les destrocen el negocio que ya se está viendo perjudicado por los tres días, mejor las tres noches de disturbios protagonizadas por los 'okupas' de la que era una sucursal bancaria y que están siendo desalojados del local.

Tres días y muchas pérdidas después, «tenemos que cerrar, estamos teniendo un montón de pérdidas y que no nos hagan nada. Para el fin de semana nos han dicho que cerremos todo porque el barrio de Gràcia estará sitiado porque vendrá gente de Italia, de Alemania, de Francia, van a venir 'okupas' para liarla, para romper cosas...nos lo han avisado los Mossos porque lo han puesto por internet, parece que los Mossos han pedido refuerzo a la Guardia Civil ».

Viendo lo que está pasando, Valentín Anadón afirma que «el mundo está loco o al revés, la policía está para defender derechos y libertades de todo el mundo; que cuando se evita que los incendios se extiendan, que se preserve la integridad de los vecinos, tengamos que oir hablar de la brutalidad de los Mossos... Es un pulso al sistema y a la democracia tal y como la conocemos».

El director general de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, ha achacado a «50 personas enormemente violentas y organizadas» los disturbios ocurridos en la tercera noche consecutiva de protestas tras el desalojo del conocido como 'Banco expropiado' en el barrio de Gràcia de Barcelona.