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Ángel Hernández Guardia - Tribuna Abierta

Minorías nacionales

Saludamos la oferta de diálogo y de tender puentes del gobierno de España, pero le avisamos que esas instituciones representan únicamente a la fracción catalanista de la sociedad catalana

Uno de los principios fundamentales de la democracia es la del respeto a las denominadas minorías nacionales. Esto supone ser consciente de que es una minoría nacional y cuáles deben ser las limitaciones en su utilización como grupo. La explotación sentimental y política de las minorías fue uno de los más audaces y cínicos recursos del nazismo y sabemos por Kemplerer que «el nazismo utilizó las palabras como arsénico» y denominó a muchos alemanes como «no alemanes».

Decía Carod Rovira como Vicepresidente de la Generalidad en 2009 que le preocupaba como catalanista, que «los catalanes se pudiesen convertir en una minoría nacional», excluyendo de facto a los catalanes españolistas como «no catalanes», tal como el nazismo.

Pero también desde los gobiernos de España se ha propiciado asimilar al catalanismo como los interlocutores válidos y únicos de Cataluña, aceptar la lengua catalana como la única propia y por tanto considerar a los españolistas de Cataluña como actores pasivos e incluso como rehenes o moneda de cambio en las transacciones con el sector catalanista. Esta situación y la radicalización del catalanismo nos ha traído hasta la creciente balcanización en Cataluña, que está obligando a que las diferentes minorías o grupos diferenciados, nos veamos obligados a ser visualizados como tales y a identificar o promover a nuestros auténticos representantes ante las instituciones regionales o nacionales.

Según reiteran las encuestas y sondeos del CIS, existimos más de 1/3 de españoles que propugnamos una reforma constitucional de la organización territorial, de eliminación de las autonomías y sus privilegios que iguale a todos o bien la recentralización o disminución de competencias de las comunidades (28’1 % en el barómetro de octubre 2016 con un máximo en julio de 2012 (39%).

Si tenemos en cuenta que la opción mayoritaria es la de continuar con el actual modelo territorial y que la opción de poner en cuestión la soberanía nacional (separatismo) solo es del 11%, se plantean varias preguntas para abordar: Si la opción autonomista está representada en los partidos del Congreso y la separatista también, ¿quién representa esas dos opciones re centralizadoras de un tercio de los españoles?

Saludamos la oferta de dialogo y de tender puentes del gobierno de España hacia las separatistas y desleales instituciones del estado en Cataluña, pero le avisamos que esas instituciones representan únicamente a la fracción catalanista de la sociedad catalana.

Si consiguen abrir ese dialogo, deben ser conscientes que, en esa interlocución, no estamos representados los catalanes españolistas por ningún partido y solo por algunas organizaciones de la sociedad civil, como las que ayer se manifestaron en las calles de Barcelona. Decía Carod Rovira que él no era nacionalista, sino catalanista; nosotros no somos nacionalistas pero nuestra identidad y sentimiento si es la de catalanes españolistas.

Ángel Hernández Guardia es presidente del Moviment Cívic 12- Octubre

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