Hazte premium Hazte premium

Antonio Robles - Tribuna Abierta

La hora de los cobardes

¿Quién se hará responsable ahora de la división social, de las rupturas familiares?

Llegarán tiempos donde el cinismo humano campará a sus anchas. Jordi Basté acaba de darse cuenta que la clase dirigente nos ha mentido. Como lo oyen. El periodista de RAC1, la emisora que competía con TV3 para ver quién de los dos medios imitaba mejor a Radio Ruanda, ha caído en la cuenta que «ha habido un engaño global» y que «el proceso» ha sido «una tomadura de pelo».

¡Y lo suelta como si no fuera con él! Como si él no hubiera colaborado como el que más en la construcción de ese engaño colectivo desde la dirección del programa «El món» de Rac 1, cada mañana, durante años.

Es asombrosa la capacidad de la naturaleza humana para desembarazarse de la responsabilidad de sus actos cuando se tornan molestos. Sobre todo, en sociedades donde la grandeza es un bien tan escaso. Reparen si no. Entre exiliados tres estrellas, encarcelados, y voceros de esta revolución de las mentiras, no hay ni uno que haya mantenido sus convicciones ante el juez con un mínimo de decoro; y sin sonrojarse lo más mínimo, reconocen que han exagerado la nota, que todo era simbólico, y bueno, ya se sabe… en política no hay que ser un tiquismiquis entre el ser y el parecer. Como si la broma no hubiera provocado daños colaterales. ¿Quién se hará responsable ahora de la división social, de las rupturas familiares? ¿Quién pagará la factura de la huida de empresas, y la pérdida de miles de puestos de trabajo?

Señor Jordi Basté, vea el final de la película de Stanley Kramer con Burt Lancaster (Dr. Ernest Janning) y Spencer Tracy (Magistrado Jefe Dan Taywood), «Vencedores y vencidos (El Juicio de Nuremberg)», sobre el proceso que se hizo en esta ciudad alemana contra los jueces que colaboraron con el nazismo. Al final de la película, cuando el más prestigioso de todos ellos ha asumido su culpa y trata de disculparse ante el juez que le juzgó, sin aún explicarse cómo pudo llegarse a aquella barbarie, éste le espetó: «Señor Janning, se llegó a eso desde el primer hombre que condenó sabiendo que era inocente».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación