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Miquel Porta Perales - El oasis catalán

Escuela

Vaya, que hay quien sigue con la idea de instruir personas «verídicas», «justas», «libres de todo prejuicio» para construir una «humanidad verdaderamente fraternal»

En Cataluña existe una tradición pedagógica centenaria -la Escuela Moderna de Francisco Ferrer Guardia que tiene su continuación con la Asociación de Maestros Rosa Sensat o los Movimientos de Renovación Pedagógica que impulsan la Escuela Activa o la Nueva Escuela Pública Catalana- que busca, citando Francisco Ferrer Guardia, «que los niños y niñas lleguen a ser personas instruidas, verídicas, justas y libres de todo prejuicio».

El propósito de la Escuela Moderna: «preparar una humanidad verdaderamente fraternal sin categoría de sexos y clases» (1908). Aires de Tolstoi, Bakunin, Malatesta o Kropotkin que todavía siguen soplando en buena parte de la escuela en Cataluña. Y digo esto porque, a raíz del asunto del instituto de Sant Andreu de la Barca, tan presuntuoso discurso se ha vuelto a escuchar en algún sector del profesorado catalán. Vaya, que hay quien sigue con la idea de instruir personas «verídicas», «justas», «libres de todo prejuicio» para construir una «humanidad verdaderamente fraternal».

No sabemos a ciencia cierta -la Justicia dirá la última palabra- si en Sant Andreu de Barca ocurrió lo que algunos dicen que ocurrió. Pero, sí sabemos que el profesorado de dicho instituto -igual sucede en otros centros escolares-, en su interés y afán por fomentar el espíritu crítico propio de una sociedad democrática -ese es el mantra que el profesorado comprometido a la manera de Francisco Ferrer Guardia repite una u otra vez-, no dijo ni pío el primer día del curso después del golpe a la democracia del 6 y 7 de septiembre que se perpetro en el Parlamento de Cataluña. Y tampoco dijo ni pío en el aula el día después de la ilegal Declaración de Independencia del 27 de octubre. ¿Así se fomenta e implementa una sociedad instruida, verídica, justa, fraternal, sin prejuicios y crítica? Por lo demás, ¿el profesorado está habilitado para fomentar el espíritu crítico? ¿Quién habilita y con qué criterios? Y, ¿cuál es la dirección y contendido del espíritu crítico que hay que fomentar?

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