Tiempo de reflexión

La convocatoria de una manifestación el pasado día nacional de España en la plaza de Cataluña de Barcelona por parte del movimiento cívico Espanya y Catalans y otras 28 entidades cívicas constitucionalistas, ha puesto en evidencia la necesidad del constitucionalismo en Cataluña (también en el resto de España), tanto el cívico como el político, de plantearse nuevamente sus medios, métodos y objetivos ante la situación en la región.

La manifestación con contenido de reivindicación política, fue puesta en cuestión por parte de otras entidades cívicas y políticas con el argumento de que cualquier acción de masas el día de la Nación, debía ser de carácter exclusivamente festivo; posteriormente vimos como en actos como el del Parc de Can Dragó, teóricamente, exclusivamente festivos, se produjeron discursos de carácter político y reivindicativo, que nos parecen bien, por cuanto debe ser uno de los ejes de actuación de los actores cívicos que actuamos conjuntamente: la movilización cívica, social y política de la ciudadanía catalana en la calle en defensa de la españolidad de los catalanes y de los principios constitucionales de la nación, vulnerados y repudiados por las instituciones de Cataluña, pero lo de “actos solo festivos” no pueden servir como una excusa de exclusivismo para no actuar de forma unida.

Es cierto que el movimiento cívico constitucionalista debe hacer más evidente y efectivo el discurso constitucional para “separar el grano de la paja” y que no todas las entidades que se proclaman “constitucionalistas” son leales a la CE, como hemos visto con el PSC o con la ultra derecha, igual que no todos los que acuden a las movilizaciones, lo hacen movidos por ese espíritu, pero no es justificación suficiente como para no actuar de forma unitaria en determinadas ocasiones muy simbólicas o abandonar la movilización en la calle y la reivindicación política de la legalidad, de las libertades y del estado de derecho, para dejarla en la pura confrontación teórica, histórica y cultural.

Creemos que ha llegado el momento de que Sociedad Civil Catalana, la asociación constitucionalista más apoyada desde los partidos, más y mejor financiada, y por tanto con más capacidad de actuación, reconozca que no ha conseguido uno de los objetivos fundamentales de su fundación como era el de “aglutinar a todos los movimientos y plataformas en una acción conjunta y plural contra el separatismo” y que lo que en 2014 se proclamaba como una “historia de éxito” ha devenido en dos actos separados el pasado 12-O, siendo más eficaz y gratificante, el más económico de presupuesto y el más reivindicativo.

Invitamos a SCC a que se apee de su atalaya intelectual, baje a la calle y acepte un debate con otras asociaciones, en donde se definan contenidos comunes para el constitucionalismo catalán y la unidad de acción. De esta necesidad deberían tomar nota también PPC y Ciudadanos y aportar su apoyo, en vez de los intentos de utilización personalista o partidista de nuestros movimientos. El próximo día de la Constitución veremos los resultados.

Ángel Hernández Guardia Movimietno Cívico 12 octubre de Cataluña