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Educación

Vuelve la «salud» financiera en las universidades

Las instituciones académicas públicas de la Comunidad rebajan su deuda un 65 por ciento en los últimos seis años

La Universidad de Valladolid es la única que no tiene deuda F. BLANCO

M. ANTOLÍN

Las universidades públicas de Castilla y León han conseguido mejorar su salud financiera, que llegó a ser delicada en el pasado, al reducir su endeudamiento más del 65 por ciento en los últimos seis años. En conjunto, la Universidad de Burgos (UBU), la de León (ULE) y la de Salamanca (Usal) -sin contar a la de Valladolid (UVa), que es la única sin deuda- adeudaban a finales del pasado año 21,6 millones de euros, un 0,9 por ciento del total de lo que deben las universidades públicas españolas, una cantidad que supera los 2.300 millones. Otro dato que demuestra la estabilidad financiera que ha alcanzado el sistema universitario público de la Comunidad es que las cuatro universidades que lo forman han liquidado los últimos años sus presupuestos con unos «superávit importantes» como el obtenido en 2014 con cerca de 20 millones y el que se alcanzará en el ejercicio 2015, que, según los cálculos realizados por la Consejería de Educación en un informe, rondará los 23. Todo ello refleja un sistema «saneado», en opinión del departamento educativo.

Convenios de saneamiento

Un elemento clave para mejorar la situación financiera de las instituciones académicas castellano y leonesas ha sido los convenios de saneamiento que suscribió el Gobierno autonómico a finales de 2008 y principios de 2009 con las tres universidades que, como consecuencia de reiterados déficits presupuestarios en el pasado, habían acumulado un endeudamiento financiero, en algunos casos de «proporciones considerables», según afirman desde la Consejería de Educación. La Junta de Castilla y León no suscribió ese convenio con la Universidad de Valladolid porque tampoco tenía deuda entonces. Previamente, se realizaron auditorías específicas para conocer al detalle las cantidades que debía cada uno de los centros.

La conclusión fue que la suma total superaba los 62 millones, de los cuales 37,2 -el 60 por ciento- correspondía a la Universidad de Salamanca. A esa cantidad, había que sumar otros 57 millones de euros de las tres universidades en concepto de retrasos «injustificados» en el pago a proveedores, que en algunos casos superaban más de un año. Así, la deuda total de la Universidad de Burgos, la de León y la de Salamanca ascendían en 2009 a 119 millones, una situación que llevaba a los tres centros «al borde de la suspensión de pagos», aseguran desde el departamento de Educación.

El cumplimiento de los convenios está permitiendo poco a poco la amortización de las cantidades adeudadas y se espera que a finales de 2019 la deuda viva en conjunto sea de 7,6 millones. Además del «debe» a las entidades financieras, las tres universidades contaban con una «situación de insuficiencia de tesorería que se financiaba mediante retrasos en los pagos a proveedores y acreedores». Un conjunto de actuaciones acordadas han permitido a las cuatro universidades públicas encadenar cinco años consecutivos de superávit presupuestario no financiero, según el departamento dirigido por Fernando Rey. A día de hoy, después de «una situación crónica de remanentes de tesorería negativos», todas las instituciones académicas pagan a los proveedores en una media de 60 días. En 2008 las cuatro cerraron con un déficit en sus operaciones no financieras de 22 millones y han pasado a contar con un superávit de 23,5 millones, repartido en 7,6 millones de la UVA; 10, de la USAL; 4,6, de la ULE y 1,2 de la UBU.

El consejero de Educación, Fernando Rey, mostró a ABC la «satisfacción» del departamento que dirige por estos datos porque «el saneamiento de la deuda de las universidades es uno de los aspectos centrales de la política universitaria de la Junta de Castilla y León», de manera que desde hace varios años se ha impulsado una política de racionalización del gasto.

«Buena noticia»

«Nuestras universidades tienen una calidad comparable a las del resto de España, sin embargo tienen este hecho diferencial de que las cuatro están en vías de estar completamente saneadas», aseguró el titular de Educación. Este es un hecho «muy diferencial», dijo, porque en otras comunidades autónomas las universidades tienen déficits cercanos a los «mil millones de euros».

En Castilla y León se ha conseguido esto, además en los «peores años de la crisis económica», indicó Rey, quien reconoció especialmente el esfuerzo de la Universidad de Valladolid, que no ha tenido deuda, así como el esfuerzo de los sucesivos equipos rectorales de todas las universidades públicas por contener el gasto en los últimos años y «por ser responsables».

«Es una buena noticia y un ejemplo de política rigurosa, austera, sensata y razonable de no dilapidar los recursos públicos de la que nos podemos sentir orgullosos todos los castellano y leoneses», reiteró. «Ahora tenemos que acompasar esta buena noticia económica con mejorar la calidad de la docencia, la investigación y la transferencia. En esa línea se está pero hay que mejorarla», defendió Fernando Rey.

«Calculamos que en dos o tres cursos pueden estar saneadas», estimó, antes de añadir que «ahora mismo con el superávit que cada año tienen las universidades, algunas de ellas podrían amortizar completamente la deuda, pero van dosificando». De lo que está seguro el consejero es de que «antes de que acabe la legislatura estarán completamente saneadas dando ejemplo a todo el país».

La UVA, un caso particular

La Universidad de Valladolid es un caso particular. Desde que recuerda el actual vicerrector de Economía, Alfonso Redondo, que ya formó parte de otro equipo rectoral de 2006 a 2010, nunca se ha endeudado. Esta dinámica es «mérito» de la «idiosincrasia» de la universidad vallisoletana y de que los distintos equipos de gobierno «han sido austeros históricamente», aseguró Redondo, quien apostó por continuar con esa misma filosofía. Además, «a día de hoy no está permitido endeudarse» y las universidades tienen un seguimiento mensual desde la entrada en vigor de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, explicó.

El anterior equipo de la Consejería de Educación llevó a cabo «recortes injustificados, máxime en una universidad saneada», opinó. El vicerrector de Economía insistió en este punto en que la de Valladolid es la única de las universidades públicas de la Comunidad que ni tiene ni ha tenido deuda y «se la ha tratado igual que a todas».

La salmantina era la que contaba con la mayor deuda en 2009, alrededor de 40 millones de euros. Y es que la Usal acusaba «históricamente» un proceso de endeudamiento «muy importante» generado por «déficits presupuestarios anuales casi endémicos», según apuntó el vicerrector de Economía de la institución, Ricardo López. A partir de 2010 se inició un programa de estabilización presupuestaria mediante el cual se ha ido reduciendo el endeudamiento. En el año 2015 la deuda terminó en 6,2 millones, un montante que en el último Consejo de Gobierno se decidió que se amortizará completamente entre este ejercicio y el próximo. Para poder alcanzar esta meta, han sido fundamentales los sucesivos superávit encadenados desde 2010, afirmó López. En 2015, éste alcanzó en la Usal los 8,9 millones de euros.

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