Tesoros milenarios

Gracias a su orografía, Castilla y León cuenta con una gran infinidad de cuevas repartidas por todo su territorio, convirtiendo la Comunidad en un paraíso para los amantes de las cavidades subterráneas. El paso del agua y de los siglos descubren un abundante número de elementos milenarios como estalactitas y pasadizos naturales, recuperados hoy para el disfrute del turista.

Un paisaje que cuenta con un ecosistema propio, accesible a través de la imaginación, por donde no corre el tiempo. Castilla y León alberga siete grandes cuevas visitables a las que hay que añadir el conjunto de cavernas artificiales de Las Médulas, de abundante riqueza geológica.

Entre estos ocho tesoros históricos se encuentra la Cueva de Valporquero. de más de un millón de año. Se formó a partir de la filtración de las aguas del arroyo que lleva su mismo nombre, con un recorrido atractivo para el visitante. Además, en la misma provincia leonesa, se localizan las famosas Médulas, encuadradas dentro del Parque Natural que lleva su nombre. Estas grutas, de origen artificial, corresponden a una antigua mina romana, donde se extraía oro.

En las proximidades del pueblo segoviano de Prádena de la Sierra se puede disfrutar de una de las cuevas más antiguas de Castilla y León. Se trata de la caverna de los Enebralejos, que posee más de cuarenta millones de años de antigüedad. La parte visitable está compuesta por muestras del uso de la cueva como necrópolis, en forma de pinturas y grabados que han sido datados aproximadamente del año 2500 antes de Cristo. Son unas formaciones geológicas de impresionante belleza que la naturaleza ha esculpido con el paso de los siglos.

Asimismo, en el corazón del Monumento Natural de Ojo Guareña destaca la cueva Palomera, una de las más grandes del mundo. Tesoro natural con infinidad de formaciones geológicas de belleza incalculable, es una de las más visitadas de la comunidad.