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Política

Junta y Fomento negocian liberar el tráfico de la N-I en Burgos y la N-VI en San Rafael

Trabajan ya para fijar porcentajes de participación para financiar la bonificación del tráfico pesado en las alternativas de peaje

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en la tertulia Cope-ABC J. M. NIETO

M. GAJATE

La Junta de Castilla y León negocia ya con el Gobierno la fórmula para poder aplicar en la Comunidad el desvío obligatorio y bonificado del tráfico pesado de dos nacionales a las autopistas que suponen una alternativa al trazado. Pese a que en las últimas semanas la propuesta que estaba sobre la mesa hacía referencia sólo a un caso, el de la N-I en la provincia de Burgos , el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha confirmado que la iniciativa se trasladará también a la N-VI a su paso por Segovia .

En total, en Castilla y León existen siete nacionales que cuentan con una autopista de similar trazado . Sin embargo, no todas adolecen de congestión y no en todas es necesario liberar el tráfico pesado. «Esto no es un problema de vías paralelas, es más concreto» a aquellas que tienen «una sobrecarga especial» de camiones, que «introducen peligros en la circulación» . Esta situación sólo se da en la N-I -entre Burgos y Miranda de Ebro, cuya alternativa es la AP-1- y en la N-VI -especialmente en el entorno de San Rafael, donde la propuesta mira hacía la AP-6 Villalba-Villacastín-, ha explicado en la tertulia política de Cope y ABC .

Así, con los datos de congestión de estas vías como motivación, la Junta ya ha tenido dos reuniones con el Ministerio de Fomento para estudiar que los camiones que ahora saturan estas vías acudan a las autopistas que en plena crisis abandonó el sector del transporte. Aunque poco a poco las vías de peaje hayan recuperado a los vehículos de gran tonelaje en su cartera de clientes, siguen siendo muchos menos que hace una década. El modelo a aplicar sería el del trasvase de camiones obligatorio a través de una bonificación y lo que se está negociando es cuál «va a ser la participación de la Comunidad, sobre la base de que no son carreteras autonómicas, sino del Estado y la responsabilidad, la competencia y el esfuerzo económico debe ser, lógicamente, del Gobierno de la Nación », ha dejado claro Suárez-Quiñones.

No quiere decir con ello que la Junta no pretenda participar. «No va a ser por la Comunidad que no se vaya a ayudar a colaborar» . El respaldo incluye el apartado económico. «Tenemos 11.500 kilómetros de carretera» regional, que «son donde tenemos que centrar esfuerzos, pero si tenemos que estar es ese acuerdo tendremos que estar y solucionar una petición legítima de la ciudadanía de Castilla y León».

Ahora mismo se están estudiando porcentajes sobre lo que podría aportar cada parte y que no tendrían por qué reproducir los acuerdos alcanzados entre el Ministerio de Fomento y otras comunidades como La Rioja, donde el Ejecutivo autonómico asume el 60 por ciento del descuento al tráfico pesado y que podría estar muy lejos de las posibilidades de Castilla y León. «La Comunidad estará en la parte que pueda estar», ha apuntado Suárez Quiñones .

Esperó el consejero que con estas medidas se consiga reducir la congestión viaria , después de que el programa de incentivo que el Gobierno puso en marcha en 2015 para que los camiones -en ese caso voluntariamente- optaran por la autopistas «no tuviera el efecto deseado» en estas dos vías castellano y leonesas. «Se pensaba que iba a tener mas éxito, hay que buscar otras soluciones», ha reconocido.

En esta línea, y más allá de las negociaciones, ha recordado que en el caso de la AP-1 , la Junta seguirá insistiendo en que a partir de noviembre de 2018, cuando acabe la concesión, está autopista se convierta en autovía libre de peaje . En lo que respecta a la N-VI, ha explicado que también se trabaja en otras alternativas para mejorar la situación del embudo de San Rafael . En concreto, se baraja la construcción de una variante , «complicada» por la orografía de la zona, o que la opción sea la autopista a través de enlaces.

Con esta negociación sobre la mesa, la Junta y el Gobierno cierran un capítulo tenso que protagonizaron la semana pasada, cuando el responsable del Ministerio de Fomento, Íñigo de la Serna, lanzó la propuesta diciendo que era la Comunidad quien tenía que pedirlo, y al Ejecutivo autonómico le molestó que se le diera trascendencia pública al plan sin haberlo tratado antes en privado. Según explico Suárez-Quiñones, pese al «barullo», al día siguiente se pusieron a trabajar.

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