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Antonio Piedra - No somos nadie

Integración

«Lo que realmente nos ha dejado pasmados a los votantes sin partido -o a los ciudadanos del montón-, ha sido la destreza que ha demostrado alguno de esos jovencitos con la técnica del «crochet»

Terminaron las primarias del PP en Valladolid . O eso parece. Hombre, echar una carrerita es un acto saludable y hasta necesario para una buena salud. Pero plantearlo como un maratón extenuante implica, a la larga, demasiados riesgos para la vida. Y en política ni te cuento, porque provoca muertes súbitas. Los jóvenes ambiciosos que acaban de enfrentarse a Jesús Julio Carnero lo tenían prácticamente todo: planta, arrojo, simpatía oficialista, bula de ayuno y abstinencia, y presencia mediática para descarrilar un tren. Lo sabían, exhibían músculo, y se propusieron noquear al contrario, amparados en ese empuje irrefrenable que proporciona el poseer todas las tentaciones en una edad tan temprana como tierna.

El revés ha sido morrocotudo . ¿Cómo nadie con experiencia en corte y confección advirtió a estas criaturas que para lanzarse al trapecio se necesita una sólida red que esté bien apuntalada en el suelo? Como todavía siguen siendo jóvenes a pesar de la derrota, conservan un buen remanente de ese empuje incontenible. Con un par exigen ahora una integración radical en el partido, porque lo suyo, ay, es algo inédito en política: idealidad a propulsión a chorro , de esas que no se puede aguantar porque se les acaba la vida y el PP, que es tan viejo, no puede permitirse un derroche asistencial semejante. Hoy proclaman el todos a una por algo incuestionable: porque la inmadurez es tan sólo un defectillo que desaparece con los años. ¡Guau, colegas!

Lo que realmente nos ha dejado pasmados a los votantes sin partido -o a los ciudadanos del montón-, ha sido la destreza que ha demostrado alguno de esos jovencitos con la técnica del «crochet»: un golpe directo que se emplea en boxeo para castigar al contrario con el guante derecho, y que va dirigido con gran potencia a la cabeza para inmovilizarlo. Me refiero concretamente a dos movimientos de muy baja calidad política , denunciados por la prensa, y propinados anónimamente con nocturnidad y alevosía el mismo día de la elección: los memes ofensivos contra el parlamentario Ignacio Tremiño con referencia obscena a su discapacidad física, y el anuncio providencial por el que se vendía un piso ganga con el teléfono privado de Jesús Julio Carnero para dejarlo fuera de juego en un día tan decisivo.

Fascismo en rama que apunta en una sola dirección. Cuesta creer que existan jóvenes tan idealistas que se corrompan con tanta facilidad . Si no es así, lo tienen facilísimo. Primero, que rechacen de plano estas prácticas mafiosas en política. Segundo, que denuncien a la fiscalía lo ya constatado por la prensa. Y tercero, ellos que son tan expertos en el uso de internet y otros medios digitales, que coadyuven a descubrir la procedencia de semejantes estilos por la cuenta que les tiene. De lo contrario, esa integración estética sería vista como una claudicación de bomberos.

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