Los embalses de la cuenca del Duero siguen perdiendo agua

Los embalses del Estado en la cuenca del Duero siguen padeciendo la reducción de su nivel de agua embalsada y se encuentran ya al 44,2 por ciento de su capacidad total, con 1.271 hectómetros cúbicos de líquido, muy lejos del nivel del 79,4 por ciento que tenían el pasado año por estas mismas fechas y muy por debajo de la media de los diez años anteriores, fijada en el 71,9. En una semana sin lluvias, como es habitual en esta época del año, la variación es negativa en casi todos los embalses de la cuenca pero, especialmente, en los de León, donde se encuentran los de más capacidad que son, además, los que riegan más hectáreas de cultivos. De hecho, Riaño es el que más agua ha perdido en la última semana y se queda con 254 hectómetros cúbicos, algo más de un tercio de su capacidad, cifrada en 651 hectómetros cúbicos. Barrios de Luna dispone de 103 de los 308 hectómetros cúbico de agua que puede albergar, mientras que Porma cuenta con 126, de 317, y Villameca con 10 de los 20 que puede tener.

La situación también es complicada en Palencia, donde el embalse de Aguilar sólo tiene 47 hectómetros cúbicos, cuando su capacidad es de 247. En Requejada hay 22 de 65 y en Cervera siete de diez. La situación crítica de estos tres embalses del sistema Pisuerga y Bajo Duero ha llevado a la Comisión de Desembalses de la Confederación Hidrográfica del Duero a bajar la reserva conjunta que debían tener a 30 de septiembre, de forma que de 50 hectómetros, se decidió disminuir a 35. También en el Tuerto, el volumen de final de campaña establecido para el embalse de Villameca se ha reducido tras la citada reunión en 0,5 hectómetros, pasando por tanto de 3 a 2,5. Además, el embalse de Riaño, en el sistema Esla-Valderaduey, reducirá su volumen de reserva en 50 metros cúbico. En el alto Duero, el embalse de Cuerda del Pozo, en Soria, también se encuentra a la mitad de su capacidad con 112 hectómetros cúbicos sobre un total de 248.

Con este panorama, los regantes tratan de sacar adelante sus cultivos con unas dotaciones de agua que siguen reduciéndose y que pone en peligro el final de la campaña. Algunos cultivos, como la remolacha, tuvieron hace días un pequeño respiro gracias a las lluvias.