Elisa Delibes: «El alma de mi padre ha sido convertida en un archivo al que podrá acudir todo el mundo»

H. DÍAZ

05/05/2016
Actualizado a las 08:42h.

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«Mi padre conservaba sus documentos con cierto orden cronológico, pero casi sin ningún método y con muy poca precaución. No le debía parecer una tragedia que se extraviaran o deterioraran; de hecho, hay manuscritos y cajas enteras de cartas que no han aparecido, pero 89 años de vida y 60 de fama dan para mucho afortunadamente», confesaba este miércoles Elisa, una de las hijas del autor vallisoletano, al frente de la Fundación que lleva su nombre.

Poner orden a ese amplio archivo -pese a la pérdida de algunos de los documentos, son un total de 14.352 , entre manuscritos originales, carta, libros de caza o viajes, artículos periodísticos, fotografías, audios, vídeos, etc.- y hacerlo accesible a todo el mundo, al tiempo que se asegura su estado de conservación, ha sido el objetivo de su digitalización, que desde ayer permite consultar el legado del escritor de «El camino» o «Las ratas» a través de internet.

Examinar «papel a papel» la trayectoria de su padre durante los tres años posteriores al nacimiento de la Fundación fue «apasionante», recordó Elisa, quien contó para tal ardua tarea con la ayuda de la que fuera secretaria de Miguel Delibes, Pepi Caballero: «Muy a menudo nos removía recuerdos y nos sacaba sentimientos que permanecían ocultos en el fondo del alma y entonces había que detenerse, tomar aliento y continuar», admitía. Pese a ello, recordaba que su padre fue un hombre «muy pudoroso» con su vida privada, y como se esperaban, no dejó «sorpresas» tras su muerte.

Una mañana de noviembre, el «alma» de Miguel Delibes a la que Elisa «de vez en cuando acudía en busca de información y consuelo», viajó, en forma de 33 cajas de mudanza desde la que fuera su casa, en la calle Dos de Mayo de la capital vallisoletana, hasta la sede de la Fundación. Tres años después de un cuidado «trabajo en equipo», ha sido convertida en un archivo «al que no sólo yo, sino todo el mundo puede acudir y en cualquier momento del presente o del futuro».

Un archivo que para la presidenta de la Fundación, adquiere aún si cabe más valor teniendo en cuenta que el autor nunca quiso escribir su autobiografía, un hecho que le parecía «arrogante y pretencioso»: «Para mí y para la institución que presido que quede su memoria es casi lo máximo a lo que se puede aspirar y Miguel Delibes ya la tiene catalogada, descrita y digitalizada», sostuvo Elisa, insistiendo en que a través de este archivo, al que se puede acceder por medio de la web de la Fundación, se puede «rastrear su auténtica biografía», desde su «ilustre linaje» hasta su modestia o sus «penurias económicas» -según detalló, destinó la cuarta parte del Premio Nadal que le concedieron en 1948, valorado entonces en unas 15.000 de las antiguas pesetas a pagar un prestamo sobre el honor pedido para realizar sus estudios- o años después, «las liquidaciones millonarias de sus libros».

Pero no sólo estos detallaes, sino toda su obra literaria, su actividad como docente en la Escuela de Comercio y también su labor como periodista, además de cuestiones relacionadas con la economía doméstica, la salud y bienestar y la gestión de su ocio y aficciones, entre otras muchas, quedan recogidas en las 112.579 entradas de la herramienta. «Todos los documentos, fotografías, audios, vídeos... se encuentran vinculados a la función de la que han emanado», detalló el archivero y recientemente nombrado gerente de la Fundación, Javier Ortega, quien explicó que la tarea, en la «que se ha descrito completamente hasta el último papel», ha conllevado también unas actuaciones previas de conservación.

El archivo, cuyo acceso exige una identificación del usuario a través de un formulario y tendrá una parte de consulta libre y otra restringida para estudiosos e investigadores previamente acreditados, ha sido financiado por las bodegas Tempos Vega Sicilia , que ha invertido 221.000 euros en todo el proyecto.

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