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Ocio

Elías, de Los Vivancos: «Cuando preparamos un montaje ensayamos hasta 15 horas diarias»

Los siete hermanos regresan el 13 de mayo al Carrión con el espectáculo que inauguraron el remozado teatro vallisoletano. Un día más tarde presentarán «Nacidos para bailar» en el Ortega de Palencia

Los Vivancos presentarán «Nacidos para bailar» en Valladolid y Palencia F. HERAS

H. D.

El espectáculo Los Vivancos «Nacidos para bailar» sirvió el pasado septiembre para inaugurar el remozado teatro vallisoletano Carrión, en plena fiestas de la Virgen de San Lorenzo. Este sábado, coincidiendo con otra celebración, San Pedro Regalado, los siete hermanos regresan con el montaje «más maduro y rodado», Cuenta Elías (El mayor de los siete, con 31 años) que tras la buena acogida que tuvieron hace meses, cuando les surgió la oportunidad de volver no se lo pensaron. Ahora prometen una versión igual o incluso más «emocionante» de un montaje que considera «bastante autobiográfico»; no en vano, dicen presentar «una herencia, algo innato». «Nacidos para bailar también se podrá ver el domingo 14 de mayo en el Teatro Ortega de Palencia, antes que los bailarines vuelvan a salir al extranjero para actuar en Israel.

- ¿Cómo definiría «Nacidos para bailar»

- Es muy difícil definir el montaje en pocas palabras, pero es una obra muy visual, muy explosiva y con mucha luz, que genera una sensación de alegría y ganas de vivir. Luego, en la parte técnica, es una obra muy compleja y elaborada, que ha llevado mucho trabajo. En resumen, es un espectáculo grande.

- Ustedes han estado vinculados a la danza desde su infancia, ¿qué tiene de autobiográfico este montaje?

- Bastante, como dice el propio título. Lo que hacemos no es trabajo, exponemos una herencia, algo innato. En «Nacidos para bailar presentamos algo muy íntimo con un lenguaje espectacular. Nos llevó más de un año prepararlo, aunque pudimos compaginar los ensayos con la gira anterior. A nivel musical, combina el rock, con la música clásica, el flamenco... Se trata de un montaje muy elaborado.

- ¿Cuántas horas dedican al día a entrenar?

- ¡Muchas! Cuando estamos montando una obra, podemos tirarnos hasta 15 horas en el aula de ensayo cada día. Estamos involucrados no sólo en la parte coreográfica de la creación del espectáculo, sino en todo lo demás: el guión, la música, la composición...; hemos trabajado también con el compositor y productor musical Joan Martorell, pero luego debemos tener la capacidad de en el mismo espectáculo estar bailando, tocando un instrumento y haciendo un trabajo acrobático.

¿Cree que personas que se han acercado al espectáculo de una manera más frívola, simplemente por su físico, han llegado a descubrir y valorar el arte de su espectáculo?

- Sí, muchísima gente. Hay bastantes personas que vienen al espectaculo sin saber realmente lo que van a ver; también porque a nosotros se nos conoce de una manera más frivola, chicos guapos que hacen una cosa divertida, pero al terminar el montaje te suelen trasladar su sorpresa. Se encuentran con un espectáculo muy rico y con un valor cultural grande.

- Si tuviera que destacar una cualidad de cada uno de sus hermanos, ¿cuál sería?

- Mi hermano Judah es una persona muy creativa, con una creatividad muy pragmática que viene muy bien a la hora del espectáculo; Josua aporta al montaje un toque flamenco, tiene ese duende tanto sobre las tablas como cuando creamos; Cristo es muy natural; Israel es la fuerza, es una persona con mucha energía y pasión; Aaron es la constancia, siempre está ahí; Josua aporta la improvisación, eso que no se puede planear, ese toque más infantil... Y yo soy el romántico.

«En 'Nacidos para bailar' lo que plasmamos es una herencia, algo innato, una cosa muy íntima»

- Tienen la suerte de dedicarse a lo que les gusta, la danza y vivir en España de ello, aunque luego lleven sus espectáculos por medio mundo; sin embargo, hay muchos profesionales de la danza españoles que se ven obligados a emigrar. ¿En qué sentido habría que trabajar para evitarlo?

- Creo que hay tres partes que deberían armarse; por un lado, es necesario hacer buenos espectáculos para que el público disfrute, y de eso nos debemos encargar los artistas, pero por otro lado pienso que tendría que haber más apoyo institucional. En España tenemos el Ballet Nacional, el Español y poco más; ¡en Alemania en cada ciudad tiene un ballet! En España eso es imposible. Los jóvenes salen muy bien preparados de los conservatorios, pero... ¿Dónde van? a algún tablao o pequeñas compañías que se cuentan con las manos. Y por último, habría que ver cómo se incentiva a la gente para ir al teatro; si hubiera más público habría más apoyo y mayores posibilidades de hacer mejores espectáculos.

- Pasaron el pasado septiembre por Valladolid recién estrenado este espectáculo para abrir el remozado Teatro Carrión, ¿qué recuerda de la respuesta del público?

-Fue una actuación muy emocionante para nosotros. Estábamos prácticamente estrenando «Nacidos para bailar» y no sabíamos cómo iba a reaccionar el público. Aunque salimos al esnceario con un poco de respeto, a medida que fue avanzando el público dio la vuelta a esa sensación, disfrutamos todos, pudimos relajarnos. Fue una sensación muy bonita.

- ¿Veremos algo diferente en este montaje?

- Se trata de un espectáculo un poco más maduro y rodado, y hay muchas cosas nuevas. Entonces recuerdo que algún número no se pudo hacer completo porque faltaban varios elementos escenográficos. Hay muchas cosas que se han ido puliendo y mejorando; por ejemplo, el número de los trajes de LED ha cambiado 360 grados...

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