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Sucesos

Banderas a media asta en Zamora por el ertzaina fallecido en los altercados de Bilbao

Inocencio Alonso, que sufrió un infarto cuando formaba parte de dispositivo policial de contención de los hinchas radicales rusos y vascos, descendía de la localidad zamorana de Las Hedradas, donde veraneaba

Alrededores del estadio de San Mamés durante los alercados registrados en Bilbao entre hinchas radicales rusos y vascos Reuters

ALBERTO FERRERAS

Las banderas ondean a media asta desde este jueves en el Ayuntamiento de Lubián, en Zamora , tras el fallecimiento por un infarto de un ertzaina que participaba en el dispositivo de contención de los altercados registrados el jueves a las afueras del estadio de San Mamés , con motivo del partido de la Liga Europa entre el Athlétic de Bilbao y el Spartak de Moscú.

Las peleas entre hinchas radicales de ambos equipos requirieron la presencia de la Ertzaintza para disolver los altercados y uno de los agentes que integraba el operativo cayó de repente fulminado. Era Inocencio Alonso García, de 51 años, que aunque había nacido en Ermua, a donde emigró su familia, descendía por parte materna de la localidad zamorana de Las Hedradas , donde había rehabilitado una vivienda que frecuentaba en verano y los puentes festivos junto a sus padres.

«Ino», como le conocían en el pueblo, era muy querido tanto allí como en el pueblo vecino de La Canda (Orense), de donde era su padre. Por ello, la noticia de su fallecimiento ha causado gran conmoción y ha llevado al Consistorio de Lubián, del que es anejo Las Hedradas, a decretar luto oficial con banderas a media asta .

El alcalde del municipio, Felipe Lubián, ha lamentado lo sucedido y ha reclamado tanto al Estado como a los propios clubes de fútbol que hagan algo para acabar con la violencia entre seguidores de equipos de fútbol . Felipe Lubián ha calificado de «incomprensible» la muerte de «un servidor público» como este policía vasco de ascendencia sanabresa. En Las Hedradas, donde actualmente sólo quedan once vecinos, pero en verano llegan a ser entre ochenta y noventa, todos conocían a «Ino» y se han mostrado sobrecogidos por su fallecimiento.

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