Tribunales
El acusado de intentar matar a su vecina con un hacha en León pacta cuatro años de condena
El «ferretero de Boñar» deberá indemnizar a la víctima con 300.000 euros y 36.808,03 más por gastos médicos
Un hombre que iba a ser juzgado hoy, Manuel E.G., conocido como el «ferretero de Boñar», para el que la fiscalía reclamaba seis años de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa cometido al agredir con un hacha a una vecina, ha pactado una condena de cuatro años.
Además de la pena de prisión, el acusado, que regentaba una ferretería en la localidad leonesa de Boñar, estará durante cinco años el libertad vigilada y se le ha impuesto una orden de alejamiento de la víctima de ocho años.
También deberá indemnizar a la víctima con 300.000 euros y abonar otros 36.808,03 euros para hacer frente a los gastos médicos derivados de su agresión.
El acuerdo, que se ha alcanzado esta mañana en la Audiencia provincial de León donde estaba previsto celebrar el juicio, incluye la circunstancia atenuante la esquizofrenia que sufre el acusado.
La defensa ha anunciado que una vez que la sentencia sea firme iniciará los trámites para pedir la libertad condicional dado que al acusado sólo le faltan ocho meses para cumplir la condena completa.
Los hechos se produjeron el 18 de febrero de 2015, cuando el acusado agredió con un hacha a la presidenta de la comunidad de propietarios, a la que golpeó en la cabeza.
El acusado mantenía malas relaciones con la víctima, que vivía en el piso superior de la ferretería, debido a las humedades que sufría en su establecimiento.
La mujer sufrió un traumatismo craneoencefálico severo, además de fractura y heridas contusas a nivel temporal derecho, entre otras lesiones, de las que tardó en reponerse 792 días, tras lo que sufre secuelas de por vida.
Después de la agresión, Manuel E.G. se dio a la fuga hasta que fue detenido el 1 de marzo de ese año en Zamora.
La Fiscalía calificó los hechos como constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa, si bien apreció que concurría la eximente incompleta de enajenación mental y solicitó una condena de seis años de prisión.
Por su parte, la defensa esgrimió que lo ocurrido era consecuencia de la esquizofrenia paranoide crónica que padece el acusado, de la llevaba años tratándose, y redujo la petición de pena a dos años.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete