Hazte premium Hazte premium

Sucesos

«El abuelo no se lo creía. No dejaba de repetir que llegarían a casa»

Las carreteras palentinas volvieron ayer a arrebatar tres vidas inocentes en un año especialmente negro en la provincia con siete víctimas mortales

La Guardia Civil trabaja en el lugar del siniestro, en Villaturde (Palencia) ICAL

ALBA MÍGUEZ

Las carreteras palentinas volvieron ayer a arrebatar vidas inocentes en un año especialmente negro en la provincia con siete víctimas mortales. El último dejó tres personas de una misma familia fallecidas en el que también es el siniestro más grave ocurrido en Castilla y León en lo que llevamos de 2017.

El granizo pudo ser el culpable de que la conductora , de 34 años, perdiera el control del vehículo, invadiera el carril contrario y chocara contra un autobús del Imserso en el que viajaban 47 personas que, afortunadamente, resultaron ilesos.

El accidente ocurrió pasadas las doce del mediodía en el kilómetro 43 de la CL-615, en el término municipal de Villaturde, próximo a Villamoronta. Las víctimas eran abuela, de 65 años, madre y nieto, de tan sólo un año. Tres generaciones de una misma familia que en el momento del accidente se dirigían hacia la localidad de Gañinas, pedanía de Pedrosa de la Vega, donde les esperaba el abuelo para comer juntos y de donde eran naturales las dos mujeres, aunque una de ellas residía actualmente en Valladolid con su hijo, ambos fallecidos.

Al ver que no llegaban y que ninguna de las mujeres contestaba al teléfono móvil, se empezó a preocupar. En torno a las 14,00 horas optó por llamar al cuartel de la Guardia Civil. Allí se encontraba ya el alcalde de Pedrosa, Arturo Calvo, que acudió, alertado, tras las numerosas llamadas que había recibido advirtiendo del accidente. Los agentes optaron por acercarse hasta el domicilio familiar en vez de dar una noticia «tan desgarradora» por teléfono. Una vez allí, comunicaron al hombre el fallecimiento de su mujer, su hija y su pequeño nieto. «Estaba que no se lo creía» reconoce el alcalde. «No dejaba de repetirse que en algún momento llegarían mientras recorría la casa acariciando los objetos que le recordaban a su mujer o los regalos que tenía preparados para su nieto», confiesa apenado el alcalde que permaneció a su lado durante mas de dos horas tratando de consolar a un hombre que acaba de perderlo todo.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación