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Susana Guerrero: «No quiero que mi hija sea el titular de un asesinato»

El Supremo le concede a la madre la custodia de su hija y revoca la sentencia que se la daba al padre

Susana Guerrero, junto a su hija Nayara ABC

M. CEBRIÁN

Susana Guerrero conoció la noche del martes, de boca de su abogado, el auto del Tribunal Supremo que le concede la custodia de su hija, Nayara, después de una larga lucha judicial. Ese órgano declara firme la sentencia de la Audiencia Provincial de Toledo , que estimaba el recurso presentado por esta madre de no entregar a la niña a su padre, condenado por maltrato contra ella y denunciado por presuntos abusos contra la menor.

De este modo, el Tribunal Supremo confirma el recurso de apelación presentado por la madre y revoca, a su vez, una sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Talavera de la Reina que daba la guarda y custodia de la menor a su padre. El abogado del progenitor presentó un escrito en el que formulaba un recurso extraordinario por infracción procesal y de casación contra la sentencia dictada con fecha de 9 de junio de 2016 por la Audiencia Provincial de Toledo (Sección Primera).

«Estoy muy contenta por que la custodia de Naiara recaiga, como no podía ser de otra manera, en su madre, que llevo mucho años luchando por ello», manifestó Susana Guerrero . Sin embargo, lamentó que el Tribunal Supremo no haya hecho mención al «calvario» que lleva sufriendo durante años ni tampoco al «falso síndrome de alienación parental al que se agarra el padre de la niña para defenderse».

«He ganado la batalla civil, que es la custodia de mi hija, pero lo que la jueza de Talavera declinó ha conllevado una serie de procedimientos penales contra mi persona», recordó la madre, a quien acusan de «presuntas denuncias falsas de abusos y malos tratos por parte del padre hacia mi hija, cuando de falso no tiene nada», aclaró.

«Entiendo que les molesta que salgamos en la prensa, que nos enfrentemos al sistema y que pongamos en evidencia a jueces y fiscales. Pero es que no me quedó otra para proteger a mi hija que sacar a la luz la verdad, la injusticia a la que yo estaba siendo sometida», aclaró.

Una de las concentraciones en apoyo de Susana Guerrero ABC

Por lo tanto, Susana cree que «se ha hecho justicia a medias». Dice que le han dado la custodia «porque es alarmante entregársela a un maltratador y presunto abusador de mi hija, además de abusar durante más de ocho años de mi vida, desde que yo era niña». Con respecto a la hija, «lo único que ha hecho la Justicia es archivar mis denuncias y posicionarlas en mi contra , amparándose en que yo la manipulaba y que la niña era una mentirosa y se inventaba los hechos», dijo su madre.

«Basta ya»

Por delante, a Susana le queda aún una batalla judicial enorme: tiene que enfrentarse a tres años de prisión, a multas cuantiosas y a una «persecución» del partido judicial de Talavera. «El Estado no está reparando esto, ya no solo conmigo, sino con todas las personas que están en mi misma situación, que son bastantes mujeres», lamentó. La madre, subrayó, no se ha negado en ningún momento a que se cumpliera el régimen de visitas del padre. Pero, según asegura, «en el momento que Nayara me suplicó que no la llevara más con su padre, fue cuando tuve que enfrentarme a todo un sistema judicial para decir ‘basta ya’».

«Cuando comenzaron estos hechos mi hija tenía 6 años, pero es que ahora tiene 11 y ella sigue negándose a ir con su padre. Yo tampoco quiero entregársela porque no voy a dejar a mi hija con un maltratador y un pedófilo». Recordó que hace dos semanas un maltratador mató en Galicia a su hijo en el régimen de visitas. «Por eso, yo no quiero que mi hija sea el próximo titular de un asesinato» , dijo tajante.

Preguntada por si teme algún tipo de represalia, Guerrero afirma que «la mayor represalia» que ha sufrido fue cuando el Juzgado número 5 de Talavera decidió condenarle por denuncia falsa hace un año. «Eso sí, le digo al padre que deje vivir libre y en paz a su hija, que ya es suficiente, ya ha hecho todo lo que tenía que hacer. Por matarme en vida, lo que ha hecho es destrozar la infancia a mi hija». Señaló que ha pedido 45 órdenes de protección para ella y para su hija, de las cuales 25 han sido desestimadas y el resto han sido admitidas a trámite y desoídas.

Susana terminó con un deseo: «Que dejen a mi hija libre y para que esto se cumpla, me tienen que dejar libre a mí , ya que, si yo no estoy, no puedo luchar por ella ni protegerla».

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