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La sombra del homicida le salvó la vida en su tienda de mascotas

Un hombre se enfrenta a una petición de pena de siete años, ya que está acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa al querer matar a su exjefe en Seseña en 2016, según el fiscal

EFE

La Audiencia Provincial de Toledo juzgará el próximo miércoles, 25 de octubre, a un hombre acusado de querer matar a su exjefe en una tienda de mascotas de Seseña (Toledo), hechos por los que el fiscal solicita siete años y quince días de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa.

Los hechos ocurrieron sobre las 18:00 horas del pasado 2 de agosto de 2016 cuando el acusado, que se encuentra en prisión provisional desde entonces, llegó antes de la hora acordada al establecimiento de la víctima, con la que se había citado para «resolver un tema laboral», según recoge el escrito de la Fiscalía.

Allí, el que había sido su jefe le dio una cantidad de dinero, con la que no estaba de acuerdo el procesado, por lo que discutieron y éste se marchó diciendo «tranquilo, ya te veré», y amenazándole de muerte.

«Te voy a sacar los ojos»

Diez días antes de los hechos, el procesado había discutido con él porque había decidido resolver su contrato laboral, ante lo que le dijo que «le iba a sacar los ojos».

Pasados unos cinco minutos, el acusado volvió con un cuchillo de 18 centímetros de hoja, encontró a la víctima de espaldas y le "lanzó un envite con la intención de causarle la muerte".

Pero éste «vio la sombra del procesado, se giró» y, entonces, «le agredió con el cuchillo en ambos brazos, en la espalda y en la mano izquierda» .

El exjefe «echó a correr para refugiarse en el aseo del local» y, hasta allí, «lo persiguió, esgrimiendo el cuchillo mientras le decía que le iba a matar».

Varias personas que se encontraban en el lugar de los hechos, acudieron para intentar calmar al acusado, pero éste «no dejaba que nadie se acercara al aseo y, para impedirlo, les esgrimía el cuchillo».

Después, se marchó al enterarse de que habían sido requeridos los agentes de la Guardia Civil, si bien fue detenido ese mismo día.

La víctima tuvo un tiempo de curación de ocho días, de los cuales cuatro estuvo impedido para el desempeño de sus tareas habituales.

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