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Rafael del Cerro Malagón - VIVIR TOLEDO

Algunas cifras y letras más en las puertas toledanas (y II)

La costumbre o moda del siglo XIX adoptada por los nuevos propietarios urbanos de Toledo consistente en coronar el acceso a sus bienes con una indicación sobre el año de construcción o las iniciales del dueño perviviría hasta los primeros lustros del XX con las mismas claves sociológicas y estéticas

Locum 10, (1900) RAFAEL DEL CERRO

RAFAEL DEL CERRO MALAGÓN

La costumbre o moda del siglo XIX adoptada por los nuevos propietarios urbanos de Toledo consistente en coronar el acceso a sus bienes con una indicación sobre el año de construcción o las iniciales del dueño perviviría hasta los primeros lustros del XX con las mismas claves sociológicas y estéticas. Así es fácil hallarlas en algunos bastidores repartidos preferentemente en las calles más céntricas, en edificios de nueva planta y como lucernarios en los oscuros portales que evolucionaron desde primitivos y toscos acabados a formas más caprichosas y complejas.

Siguiendo el criterio cronológico que exponíamos en la entrega anterior, la primera muestra aparece en la calle de la Sierpe, 11. Aquí los herrajes no están en el montante del dintel de la entrada, sino que se integran en las mismas hojas de unas talladas puertas con las letras MC , a la izquierda, y 1890 a la derecha. De la misma época, pero sin incluir fecha alguna, es el bastidor semicircular de la entrada al edificio que fue el afamado Hotel Castilla, en la plaza de San Agustín. Allí se adivina una cuidada composición en cuyo centro se entrelazan las siglas comerciales HC, enmarcadas por la silueta de un escudo o blasón heráldico, en consonancia con la idea de distinción que se pretendía dar al establecimiento desde su acceso principal.

Hasta acabar el siglo XIX señalamos dos ejemplos más. En la comercial calle de las Tornerías, en el número. 24, hay una composición de forma rectangular con el habitual juego de roleos en torno a una chapa con unos signos calados que dejan leer: E GM 1893. El siguiente ejemplo aparece en un singular inmueble, de ecléctico estilo, situado en la calle de la Plata 22, esquina a Santa Justa. Aquí un bastidor, también rectangular, reúne serpenteantes pletinas que enmarcan un vacío óvalo central y, más abajo, la fecha de 1899 . Esta casa fue la vivienda de José Benegas y Camacho, alcalde de Toledo en tres bienios, repartidos entre 1897 y 1909, trazada por el arquitecto José Ramón Ortiz , autor del proyecto del Mercado Municipal en 1896.

El cambio de siglos dejó otros dos ejemplos. El primero en la calle Nueva 11; allí se aprecia otro montante rectangular con el año de 1900 sobre las hojas de madera esmeradamente talladas, con sus correspondientes tiradores y llamadores. Este edificio fue proyectado para viviendas particulares en pleno centro urbano, donde el elevado precio del solar y sus exiguas dimensiones obligaban a eliminar los patios centrales de cierto tamaño. La segunda muestra se encuentra en el número 10 de la calle del Locum que exhibe un bastidor semicircular, igualmente fechado en 1900 . Tras las onduladas pletinas se perciben tres vidrios coloreados separados por dos radios que salen del centro del conjunto. Y es que, en otras puertas de calle o de paso a los patios, rematados con este mismo tipo de formas semicirculares, creció la moda de acoplar cristaleras coloreadas que formaban franjas concéntricas en rojo, azul o verde para tamizar la luz natural y dar cierta fantasía cromática a los oscuros portales.

El repaso cronológico de estos herrajes parlantes se cierra con la pieza más tardía que hemos hallado, que data de 1907, estando ubicada en Barrio Rey 9, sede de la redacción de ABC . El año recuerda la remodelación de esta casa con vuelta a la plaza de Zocodover. En el montante del portal un estrecho y alargado hueco acoge la siguiente información: T-1907-F . La leyenda alude al dueño del inmueble, Telesforo de la Fuente y al año de la reforma de casi toda la manzana acometida también entonces por dos propietarios más y vecinos, Facundo García Matamoros y Epifanio de la Azuela, modificación que ya describimos en esta serie de artículos, publicada el 18 de mayo de 2014. En este caso se da la rareza de que el bastidor hoy esté dispuesto al revés, es decir, para ser leído desde el interior del portal, en lugar de hacerlo desde la calle como ocurre con el resto de los ejemplos citados.

A modo de complemento añadimos otros herrajes carentes de fecha alguna, con tan solo las iniciales del propietario, a veces en complejos anagramas cuya interpretación resulta difícil, como sucede en la calle de la Sierpe, 2, en cuyo tímpano semicircular tal vez estén las letras BD. En la calle de Pozo Amargo 11, en una simétrica fachada de tres plantas, levantada a principios del XX -que popularmente se reconoció como la «Casa de Pisos»-, la entrada exhibe dos juegos de iniciales, EM y SG, como si hubiesen sido trazadas por un virtuoso pendolista. En la calle Cubillo de San Vicente, 2 -antiguamente lla mada del Refugio-, en un ovalo vertical, se agrupan las siglas JP o IP forjadas con una caligrafía inglesa. Sin problemas de interpretación, son los rótulos situados en el número 7 de la plaza de la Magdalena (las iniciales JPC ) y en la travesía de Dos Codos 1, donde en un arco semicircular y recortadas en chapa se mantienen a la vista las letras MB . Precisamente, en la acera opuesta de esta calle, se halla el número 2, el lugar donde comenzábamos, e n la anterior entrega , el repaso por estas modestas piezas de arqueología urbana de hierro forjado cuya fecha más antigua, de momento, la situamos en el año de 1866.

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