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Antonio Illán Illán - TEATRO EN ALMAGRO

La estancia

Un fascinante duelo entre Marlowe y Shakespeare

POR ANTONIO ILLÁN ILLÁN

«La estancia», de Chema Cardeña , es la obra que hemos podido ver el 17 de julio en el Corral de Comedias de Almagro en el Festival Internacional de Teatro Clásico , representada por la única (excelente, por cierto) compañía de Castilla-La Mancha que en esta edición tiene presencia en la programación, la de Salvador Collado.

Que a Chema Cardeña le apasion a la figura y las obras de Christopher Marlowe es evidente, lo mismo que siente fascinación por Willian Shakespeare y su ingente producción literaria.

Sobre estos dos personajes de la historia escribe Chema Cardeña una pieza teatral moderna, densa, equilibrada, intrigante, con reflexión y con humo r, rica de lenguaje y entretenida de principio a fin.

En el origen de la trama de «La estancia» se encuentra la especulación, sostenida por muchos, de las relaciones entre Marlowe y Shakepeare . Según esto (aunque no hay ni un solo documento que lo verifique), Marlowe, que por razones de seguridad y fingiendo su propia muerte, huye de Inglaterra y debió de cambiar su identidad, sería el autor de buena parte de la producción literaria de Shakespeare, al que se suele considerar como un «cómico aventurero» que no dudó en convertirse en hombre de paja del autor verdadero a cambio del éxito económico. La verdad es que los espacios de oscuridad en las biografías de estos personajes favorecen el que sea posible elucubrar sobre ellos sin que se puedan perfilar con verosimilitud sus vidas en el evanescente universo en el que se desenvuelven.

Con estos cimientos argumentales se estructura la obra como un duelo dialéctico entre las dos figuras , en el que sale a relucir la vida de ambos, con un acendrado protagonismo del dandy, atrevido, vividor y bardaje Marlowe, que, mirándose al espejo, quiere ver en Shakespeare su otro yo más natural, más de la calle, más verdad, más primario, pero igual de ambicioso. No en vano, el autor hace en la pieza continuas referencias al espejo, casi como un tema recurrente (leitmotiv, que dirían algunos), para unificar las dos personalidades en una como si Marlowe y Shakespeare fueran el uno reflejo del otro.

El título de la obra, «La estancia», hace referencia al lugar en el que tienen lugar los encuentros humanos y dialécticos entre dos personalidades aparentemente antagónicas, aunque con identidades muy similares, como nos quiere mostrar el autor en el desenlace, donde, por encima de la amistad, aparece el interés y la traición.

Es en verdad una obra grata para el público y un verdadero «bocatto di cardinale» para los actores . El personaje de William presenta un desarrollo evolutivo: desde la ingenuidad y la admiración iniciales por el maestro Marlowe hasta la ambición desmedida que le lleva a traicionar a su amigo y amante. Este se muestra como tosco, patán, provinciano, rural, ingenuo, inexperto y casi víctima. Enfrente, perfectamente definido de principio a fin, Marlowe es refinado, culto, cortesano, intrigante, experto, mundano, apasionado, provocador y casi (o sin casi) un corruptor de costumbres y modos sociales.

Estos dos mitos de la cultura inglesa enfrentados con una gran fuerza y verosimilitud es lo que nos frece la magnífica obra de Chema Cardeña, en la que la fisicidad juega un papel importante, y en la que el cuerpo a cuerpo es la encarnación de la lucha entre dos concepciones distintas del mundo , del arte, de las relaciones humanas, de la amistad y del amor. También de las concesiones que a veces hay que hacer para conseguir lo que se pretende. Estos engranajes entre el amor, la pasión, la intransigencia… están perfectamente urdidos.

Juego teatral auténtico

Es un juego teatral auténtico que rezuma vida y que no da respiro al público, siempre el espejo, yo tú, tú yo , donde quien ahora es víctima luego puede tornarse en verdugo.

Puesto a reflexionar no es solo cuestión de quedarse en la anécdota, que por sí sola te hace pasar un buen rato, sino apuntar lo que hay de otros temas como: la concepción del arte, la poesía, la rivalidad entre escritores, las servidumbres de los artistas a los poderes fácticos… (la sátira a la reina de Inglaterra es enormemente descarnada y cruel pero tremendamente ilustrativa). Asimismo, deja caer tópicos inmutables de la historia de España , como los de la Armada invencible (que, sarcásticamente, fue vencida por la halitosis y la pestilencia de la reina inglesa). Como todas las conocidas de este autor, la obra está perfectamente documentada en lo histórico, además de demostrar un conocimiento profuso de las entrañas del teatro, y así manejar con habilidad y desenfado temas serios que, a la vez que ilustran, divierten.

El Corral de Comedias de Almagro no permite mucha escenografía, pero la que se construyó era la justa y necesaria para una estancia en la que unos personajes hablan, escriben, se miran al espejo y atisban lo que hay tras la ventana, se visten, fuman o se acuestan. La iluminación correcta casi siempre, un poco oscura a veces. La música de fondo está ahí y sirve para hilar algunas emociones . Los figurines muy de época con algunos elementos que pretenden dar un toque atemporal y algún guiño de falso histórico.

Y lo que hace en verdad exitoso y relevante al teatro es la interpretación. Jesús Castejón ha hecho un buen trabajo rítmico con las buenas mimbres de que disponía: un texto excelente y dos actores como la copa de un pino. Javier Collado ha bordado un Christopher Marlowe con muchas caras y actitudes , lo que le obligaba a cambiar de gesto, de registro, de voz, de actitud…que demostraban su capacidad, inteligencia, sensibilidad y estética para interiorizar el personaje y darle el matiz oportuno en cada momento. José Manuel Seda ha perfilado un Willian Shakespeare complejo y con la necesidad de dotar al personaje de una evolución psicológica evidente a lo largo de la obra (no en vano el tiempo de este viaje cambiante con Marlowe dura cinco meses), lo que ha hecho excelente su labor y ha demostrado su profesionalidad. Los dos han desarrollado una capacidad creadora en sus personajes dinámica y con alma. Han hecho sentir la vida.

El Corral de Comedias estaba completo y el público aplaudió a rabia r. Muchas personas se han quedado con ganas de presenciar esta obra en Almagro. Merece más escenarios. Esperemos que Salvador Collado y su equipo convenzan a los programadores para que La estancia se disfrute en muchos lugares tanto como hemos disfrutado quienes hemos tenido la suerte de verla en el escenario manchego.

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