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Secretario general de CCOO en Castilla-La Macha

Francisco de la Rosa: «De esta crisis, o salimos todos juntos o no sale nadie»

Su intención es acercar más el sindicato a la sociedad y «hacer visibles a los trabajadores que se han quedado sin voz ni representación»

Francisco de la Rosa, secretario general de CCOO en Castilla-La Mancha Ana Pérez Herrera
Mariano Cebrián

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Más de medio año después de tomar las riendas de CCOO en Castilla-La Mancha, Francisco de la Rosa (Albacete, 1963) empieza a ser cada vez más conocido. Su intención es acercar más el sindicato a la sociedad y «hacer visibles a los trabajadores que se han quedado sin voz ni representación» . Aunque la crisis ha pasado factura también a su organización, con un descenso en el número de afiliaciones, parece que la situación comienza a remontar y prevé cerrar 2017 con una cifra de 61.000 afiliados en la región .

Aunque las cifras macroeconómicas empiezan a remontar, el paro sigue siendo el principal problema para los españoles. Castilla-La Mancha no es una excepción y tiene una de las tasas más altas, sobre todo en el colectivo de los jóvenes y las mujeres. De manera resumida, ¿qué se puede hacer para revertir esta situación?

En primer lugar, revertir las reformas laborales que durante la crisis no solo no han servido para la generación de empleo, sino que han empobrecido aún más a la población y ha proliferado una figura muy consolidada actualmente, como es el trabajador pobre. En definitiva, se crea empleo pero precario y las bolsas de desempleo son todavía muy grandes, porque no se genera riqueza y porque, además, nuestra dependencia del consumo interno hace que no terminemos de recuperarnos. Todo depende de la voluntad política por cambiar las normas y del compromiso empresarial por cambiar este sistema precario, que no genera riqueza ni nos hace salir de la crisis.

La pasada semana también han pedido subir los salarios por encima del IPC. ¿Cree que una familia media castellano-manchega puede vivir de manera digna actualmente?

Obviamente, no. Esta es otra de las consecuencias de la situación generada. No podemos poner a los trabajadores como culpables de nada, sino todo lo contrario, como víctimas. El último dato es escalofriante, ya que en Castilla-La Mancha el 37% de la población está en el umbral o por debajo de los límites de la pobreza y muchos de ellos son trabajadores pobres que, a pesar de trabajar, no tienen un salario digno. Y esta situación no beneficia tampoco a los empresarios, pues de esta crisis o salimos todos juntos o no salimos nadie.

Hablando de salarios, ¿cree que habrá finalmente, en 2018, congelación salarial de los empleados públicos?

Yo quiero pensar que no. Por oportunidad política y por la propia configuración actual del Congreso de los Diputados, creo que va a haber la suficiente presión para hacer entender que el empleo público debe ser de calidad. Durante la crisis, los empleados públicos han sido castigados y criminalizados, y no es verdad que tengan unos salarios por encima de la media, sino más bien lo contrario. De hecho, hay muchos de estos trabajadores que cobran 1.000 euros al mes o menos y, por lo tanto, una subida salarial digna tendría una repercusión directa en la calidad de los servicios públicos que se prestan, ya que son nuestros médicos, nuestros maestros y las personas que cuidan de los que no pueden cuidarse por sí mismos.

Convenios colectivos

¿Cómo va la negociación de los convenios colectivos con la patronal y el Gobierno de Castilla-La Mancha?

De manera desigual ya que, por ejemplo, la provincia de Albacete tiene cerrada su negociación colectiva, pero en Cuenca y Ciudad Real los empresarios no terminan de concienciarse de que los convenios colectivos son, sin duda, el instrumento más útil para regular también sus condiciones, y no solo las de los trabajadores. El mercado también lo regulan estas herramientas, pues las competencias desleales se producen cuando los sectores no están autorregulados. Esto solo lo hacen los convenios colectivos, que también ayudan a redistribuir la riqueza. Por eso, espero que la patronal castellano-manchega termine convenciéndose de que hay que dar un impulso definitivo en materia de salarios y de contratación, ya que la estabilidad laboral es esencial para tener un crecimiento sostenible.

En este sentido, CCOO y UGT han convocado huelga en el transporte y la logística en la provincia de Toledo durante el mes de diciembre ¿Cómo se ha llegado a esta medida tan drástica en plena campaña navideña?

Se ha llegado como se suele llegar en este tipo de situaciones, que es por la sinrazón y la cerrazón de la patronal que, en el mejor de los casos, nos hacía una oferta inamovible con una subida salarial que no supera el 1%, algo que no parece lógico. No podemos andar hacia atrás, alguien está jugando muy sucio con los trabajadores.

Si nadie lo evita, el 24 de noviembre la empresa Monbús dejará de prestar el servicio de las líneas de autobús VAC-114 (Cuenca-Albacete-Valencia) y VAC-212 (Puertollano-Albacete-Valencia), que afecta a 73 municipios y que dejará en la calle a 30 trabajadores. ¿Cree que hay aún visos de solución?

Nosotros vamos a poner toda la carne en el asador para que haya una solución porque, en primer lugar, la única forma de comunicación que tienen muchas poblaciones de Castilla-La Mancha es gracias a las líneas regulares de autobuses. Por lo tanto, solucionar este asunto debería ser una prioridad tanto para el Ministerio de Fomento como para la Junta de Comunidades. Es triste pensar que ninguno de los dos se ha sentado en una mesa para buscar una solución. Por nosotros, que no quede y, por eso, hoy nos reunimos con la Consejería de Fomento. Hemos pedido otra reunión con el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio. No podemos permitir que los ciudadanos se queden sin este servicio y que los trabajadores se queden en la calle. Si ello se produce, nos movilizaremos.

El presidente de Cecam, Ángel Nicolás, junto a Francisco de la Rosa ABC

En seis meses habrá tenido tiempo de conocer al presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), Ángel Nicolás. ¿Cómo es en las distancias cortas?

Desde luego, donde mejor nos llevamos Ángel Nicolás y yo es en las distancias cortas, ya que es una persona cercana y creo que amigo de sus amigos. Tendremos diferencias siempre por ostentar los cargos que ostentamos, ya que él defiende los intereses de los empresarios y yo los de los trabajadores, pero es ahí precisamente donde está la clave del éxito, pues, aunque cada uno defiende con tenacidad sus intereses, también estamos acostumbrados a que ello nos lleve a acuerdos en muchas ocasiones. El balance, a lo largo de estos 40 años de negociaciones entre patronal y sindicatos, es muy positivo, ya que, si este país ha crecido desde el punto de vista económico, es gracias al entendimiento entre empresarios y sindicatos.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha convocado durante este año y los siguientes varias ofertas de empleo público, como las últimas 1.013 plazas para Educación en 2018. ¿Le parecen suficientes las plazas ofertadas en todas las convocatorias?

En Educación, que es lo que tengo más fresco, para llegar al 8% de tasa de interinidad serían necesarias unas 1.500 plazas el próximo año. Y, en el resto de sectores de la Administración, hay un porcentaje que quedaría pendiente. Esto es algo por lo que hemos criticado al Gobierno de Castilla-La Mancha, ya que ha decidido de manera unilateral el número de plazas, sin sentarse hablar con los sindicatos en la Mesa de la Función Pública, que es donde se deberían tomar este tipo de decisiones de manera consensuada.

La eterna polémica son las supuestas subvenciones públicas destinadas a patronal y sindicatos. ¿Cree que es justificada esta polémica creada por otros colectivos?

Sobre este tema hay una intención clara de dañar la imagen institucional de los sindicatos y de los propios gobiernos. Pero lo cierto es que ni los sindicatos ni la patronal reciben subvenciones. CCOO y UGT, como sindicatos más representativos, junto a las patronales, tienen derecho a la participación institucional y a la gestión de las políticas públicas, al igual que los partidos políticos, participando en negociaciones con la Administración y en formación para sus trabajadores, programas por los que reciben asignaciones presupuestarias.

Agencias de colocación

¿Y qué opina de que la Junta haya aprobado un millón de euros en ayudas para entidades privadas que operen como agencias de colocación para desempleados?

Hay elementos en los que no estamos de acuerdo. A nosotros nos gustaría que, más pronto que tarde, todo lo que tiene que ver con la gestión del empleo estuviera en manos de la Administración.

Ustedes se comprometieron en su día a realizar una auditoría externa para hacer transparentes sus cuentas o hacerlas públicas en su página web. ¿Lo hacen ya? ¿Cree que eso podría cambiar la percepción que tienen de los sindicatos algunos ciudadanos?

Los que creen que los sindicatos funcionan de manera transparente, no necesitarían demasiadas explicaciones ni publicaciones, y los que piensan todo lo contrario utilizarían esas publicaciones como arma arrojadiza. Nosotros publicamos nuestras cuentas y obligamos a todos los trabajadores del sindicato a que hagan una declaración pública de todos sus bienes, para que se pueda comprobar que la actividad sindical no sirve, en ningún caso, para enriquecerse. Avanzamos hacia un modelo de transparencia porque creemos que en los tiempos que corren es bueno que una organización que se dedica principalmente a ayudar a las personas que peor lo están pasando no puede generar ni la más mínima sombra de duda, algo que nunca ha pasado en CCOO Castilla-La Mancha.

En cualquier caso, ¿cuál es la situación económica actual de CCOO Castilla-La Mancha?

Nosotros tenemos un presupuesto en el que aproximadamente el 85% viene determinado por las cuotas de los afiliados y el 15% restante procede de esas asignaciones que recibimos para el desarrollo de programas públicos que tienen que ver sobre todo con la formación, la orientación laboral y el seguimiento del empleo.

El número de afiliados a las grandes centrales sindicales ha bajado durante la crisis. Los últimos datos hablan de 60.000 afiliados en CCOO Castilla-La Mancha. ¿Cuál es la situación al cierre del ejercicio de 2017?

CCOO llegó a alcanzar los 75.000 afiliados en Castilla-La Mancha alrededor de 2007, pero en los años de crisis hemos llegado a perder unos 15.000 afiliados. Si lo comparamos con la tasa de desempleo durante los años de la crisis, cuando llegó a ser de entre el 8 y el 12%, e incluso alcanzando el 33% en algunos momentos, la bajada de la afiliación era totalmente comprensible. Sin embargo, en los dos últimos años estamos experimentando un crecimiento constante y estamos a punto de cerrar el año con una cifra de unos 61.000 afiliados, lo que da muestra de una estabilidad creciente de la afiliación, siendo una de las organizaciones sociales con más afiliados de Castilla-La Mancha.

¿Qué cree que se ha hecho mal para perder tantos afiliados? ¿Qué propone para recuperarlos?

Si una organización no es crítica consigo misma, está condenada a desaparecer, porque además la realidad de cualquier organización no es igual hoy que dentro de diez años. La sociedad evoluciona y en los últimos años ha cambiado de una manera muy apresurada. Por desgracia, la evolución del mercado de trabajo ha empeorado muchísimo y ha creado una legión de trabajadores pobres, que son empleados sin derechos, con salarios bajos y con mucho miedo a la hora de denunciar su situación. Ahora nuestra crítica debe venir por hacer visibles a todos esos trabajadores que se han quedado sin voz ni representación para intentar dar solución a sus problemas.

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