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Los tempranillos de Castilla-La Mancha se comen el mundo

Los vinos tintos elaborados con esta variedad de uva han triunfado en el certamen «Tempranillos al mundo». Estas son algunas de las bodegas más laureadas.

M. CEBRIÁN

1

Viñedos de las bodegas Romero de Ávila Salcedo, en La Solana

Bodegas Romero de Ávila Salcedo (La Solana, Ciudad Real)

Como un auténtico portento, como la marca que da nombre a algunos de sus vinos, es como se han comportado los tintos de la variedad tempranillo de las Bodegas Romero de Ávila Salcedo en el último certamen «Tempranillos al mundo». Y es que esta bodega de la localidad ciudadrealeña de La Solana se alzó con tres oros en este concurso por sus vinos Rubí y Oro Roble 2015, Portento Roble 2015 y Portento Crianza 2012 , todos ellos de la Denominación de Origen La Mancha.

Reconocimientos que se suman a una larga lista que han hecho de esta bodega solanera una de las que tiene más solera en la comarca de La Mancha, siendo la tercera generación de una familia de viticultores. En pleno corazón de la región, y enclavada entre las Lagunas de Ruidera, las Tablas de Daimiel y Cabañeros, Romero de Ávila Salcedo mezclan el sabor de lo antiguo y de lo moderno , dando como resultado ricos vinos de diferentes variedades, entre las que sobresale el tempranillo.

Son precisamente los vinos de esta variedad los que han triunfado en «Tempranillos al mundo» y los que dan las máximas alegrías a la bodega. En primer lugar, según la nota de cata, el Rubí y Oro Roble 2015 es de color rojo cereza, con tonos de rubí limpio y brillante , como su propio nombre indica. Posee un gran potencial aromático, con olores elegantes, intensos y afrutados entre los que destacan los frutos rojos. Es sabroso, bien estructurado y equilibrado en boca, dejando un recuerdo persistente.

Por lo que se refiere a la nota de cata del Portento Crianza 2012, es de color rubí con reflejos de cereza luminosos y atractivos . En nariz, se despliegan los sutiles aromas de la madera nueva con los frutosos aromas de una uva bien madura. Está bien estructurado en boca, donde los taninos y su acidez natural determinan un conjunto armónico y redondo.

Y ya, por último, el Portento Roble 2015 es un vino de color rojo picota intenso de capa media-alta con ribete de tonos azulados y violáceos. En nariz, predominan finos aromas de fruta madura con toques de regaliz, en armonía con la madera de roble bien integrada. Es fresco, amplio y bien estructurado, con un final intenso y persistente.

2

Entrada a la bodega Finca Río Negro, en Cogolludo

Bodegas Finca Río Negro (Cogolludo, Guadalajara)

No es la primera vez que el vino de Finca Río Negro , de Cogolludo (Guadalajara) consigue una medalla de oro en el certamen «Tempranillos al mundo» , cosa que ya consiguió en 2013 con el Finca Río Negro 2010. En esta ocasión, tanto éste como su otro vino tinto, el 992 Finca Río Negro 2014, han conseguido el mismo galardón.

Esta pequeña bodega, creada en los años noventa por la familia Fuentes, responde al concepto de pago, con uvas que salen solamente de sus propios viñedos, que dan vinos que se elaboran, se crían y se embotellan en la propiedad. En tierras de Arquitectura Negra, en la localidad de Cogolludo, esta bodega guadalajareña desafía los límites tradicionales de cultivo . Algo que se refleja en estos dos vinos excelentes que han ganado el oro en los «Tempranillos al mundo».

Su vino más reconocido, el Finca Río Negro 2012, es un tinto multivarietal (60% de uva Tempranillo, 15% de Syrah, 15% de Merlot y 10% de Cabernet Sauvignon). Adscrito a la IGP Vinos de la Tierra de Castilla, es un vino sorprendente procedente de 42 hectáreas de viñedos situados a 1.000 metros de altitud.

Según la nota de cata, Finca Río Negro es de color guinda con tonos de juventud y de capa media. En nariz, es limpio, con aromas a fruta roja fresca, notas lácticas, ligero toque vegetal agradable, especiado y tostado. Y, en boca, es de entrada agradable, con paso de boca frutal y fresco con un tanino de buena calidad, y un final en el que predomina la fruta bien sazonada.

Por lo que se refiere a la nota de cata del 992 Finca Río Negro 2014, en el que sobresale más la variedad Tempranillo (85%) y un 15% de Syrah , es un vino limpio, brillante y de color rojo cereza con ribetes violáceos de capa media. Posee un aroma intenso, con predominio de frutos rojos y violetas bien ensambladas con los notas de los dos tipos de roble. En boca es amable, de cuerpo medio, muy fresco y persistente.

3

Viñedo y bodega de Quinta de Aves, en Campo de Calatrava

Bodegas Quinta de Aves (Moral de Calatrava, Ciudad Real)

Las medallas de oro y de plata recibidos por los vinos tintos de Quinta de Aves en el certamen «Tempranillos al mundo» no son casuales. Esta bodega ciudadrealeña del Campo de Calatrava acaba de recibir cuatro medallas en dos prestigiosos concursos: Asia Wine Tropy (dos medallas de oro con sus vinos Quinto 2014 y Otus Tempranillo 2014) y Tempranillos al mundo ( medalla de oro con Otus 2015 y medalla de plata con Búho Negro 2014 ).

Estos premios se suman a los diez galardones recibidos en 2016 (14 en total) lo que consolida a Quinta de Aves como una bodega de referencia en España y en el extranjero, orientada a un consumidor actual y exigente. La historia de esta bodega se remonta a los años 80, cuando su fundador, Manuel Casado Casla, decide adquirir la finca, que cuenta con 600 hectáreas y diferentes explotaciones agrícolas, animado por su gran pasión por el campo y vinculación personal con el mundo rural.

La uva de los vinos de Quinta de Aves es 100% propia y para ello cuenta con 75 hectáreas de viñedo situadas en Campo de Calatrava, en una de las tres zonas volcánicas más importantes de la Península Ibérica , y su propia bodega soterrada y ubicada en la propia finca, a semejanza de los Château franceses. Gracias a la variedad de uva que cultiva, la bodega elabora diferentes tipos de vino, cada uno con su propia personalidad y en paralelo a la filosofía de la compañía: elaborar los mejores caldos para un consumidor joven de paladar exigente.

Dos claros ejemplos de esa calidad son los dos vinos premiados en el certamen «Tempranillos al mundo», ambos de la IGP Vinos de la Tierra de Castilla. Por un lado, el Otus Tempranillo 2014, un excelente tinto con 4 meses en barrica que posee aromas intensos y sensaciones dulces de vainilla con frutas rojas marcadas. En el paladar tiene una fresca entrada, con buena estructura, taninos finos y elegante acabado, terminando con un regusto agradable.

Y, por otro lado, el Búho Negro 2014, otro tempranillo proveniente de viñas de 45 años , que es sabroso y suave en boca, con recuerdos a fruta negra y sensaciones lácticas en retronasal. En su aroma se distingue la madurez de la uva y ligeras notas de torrefacto y ahumado gracias a sus 12 meses en barrica.

4

Manuel Manzaneque Suárez delante del viñedo de Vinos ¡Ea!

Vinos ¡Ea! de Manuel Manzaneque Suárez (Albacete)

La mano del joven enólogo Manuel Manzaneque Suárez se deja notar en Vinos ¡Ea! , triunfando sus dos tintos tempranillos -Mil Cepas 2014 y ¡Ea! 2014- en el certamen «Tempranillo al mundo» con una medalla de oro y una plata respectivamente. Grandes caldos de la D.O. La Mancha a los que hay que sumar también un blanco elaborado con Airén, Macabeo y Sauvignon Blanc.

Formado en viticultura y enología en la ciudad francesa de Montpellier, y tras realizar prácticas en varias bodegas del sur de Francia, Manuel Manzaneque se hizo cargo de la bodega familiar en Albacete, donde desarrolló labores de director técnico y enólogo durante diez años. Pero, en 2011, decidió empezar con su propio proyecto, rescatando viñedos viejos de la variedad autóctona cencibel en la zona limítrofe de Albacete y Cuenca.

La idea de Manuel Manzaneque es clara: elaborar vinos de calidad. Y, muestra de ellos, son los dos premios recibidos por sus dos vinos tintos en el último certamen «Tempranillos al mundo». Por un lado, el Mil Cepas 2014, galardonado con una medalla de oro, es su primer vino de parcela y el más especial , en el que se cuidan con mimo todos los detalles con una crianza de 14 meses en barrica de roble francés. Es de color cereza brillante, con aromas a fruta madura, especias dulces, roble cremoso y expresivo, siendo en boca sabroso, frutoso y con taninos maduros.

Por su parte, el vino ¡Ea! 2014, un cencibel 100% de viejas viñas de 40 a 70 años , con 6 meses de crianza en barrica, es un vino hedonista, agradable, fresco, goloso y divertido. De acuerdo a su nota de cata, es de color rojo picota, limpio y brillante. En nariz, posee una buena intensidad y definición, con aromas a ciruela, cacao, fruta roja madura, higo y maderas nuevas, mientras que en boca tiene un tanino presente pero pulido, con recuerdos a ciruela y regaliz negro con fondo tostado intenso.

5

Bodega Finca El Refugio, en Socuéllamos

Finca El Refugio (Socuéllamos, Ciudad Real)

Después de las buenas puntuaciones cosechadas por las variedades Syrah y Petit Verdot de su vino de marca Legado en la Guía del Vino 2017 de ABC , la bodega Finca El Refugio de Socuéllamos (Ciudad Real) ha triunfado también ahora con una medalla de oro a su tempranillo de la añada 2013 en el certamen «Tempranillos al mundo».

Situada en pleno corazón de Castilla-La Mancha, el joven proyecto vitivinícola de Finca El Refugio posee 50 hectáreas de viñedo ecológico que, gracias al calor extremo del verano y a los inviernos secos y fríos, da como resultado unos vinos complejos y bien equilibrados, fáciles de entender para el consumidor neófito.

Las variedades Tempranillo, Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Verdejo son la base de los ricos caldos de esta bodega socuellamina. «Nuestra filosofía está basada en el trabajo bien hecho, combinamos los sistemas tradicionales de elaboración con la más alta tecnología para producir unos vinos modernos, pero conservando toda su esencia clásica », señala el director técnico de Finca El Refugio, Benjamín Galisteo.

El Legado Tempranillo 2013, adscrito a la IGP Vinos de la Tierra de Castilla y premiado con un oro en el certamen «Tempranillos al mundo», es fruto de una cuidada selección procedente de los mejores viñedos situados en la comarca de La Mancha. Según su nota de cata, es de color rojo picota intenso de capa alta con ribete de tonos azulados y violáceos.

Atractivo y brillante, destaca en nariz por sus finos aromas afrutados con predominio de moras y zarzamora bien ensamblados, con recuerdos nítidos de regaliz y ligeros balsámicos de una madera bien integrada. En boca, muestra una sutil tanicidad que proporciona una trago estructurado en perfecto equilibrio con una freca acidez, siendo el final carnoso y persistente.

6

Viñedo Pago de la Jaraba, en Villarrobledo

Pago de la Jaraba (Villarrobledo, Albacete)

Que el vino tinto Pago de la Jaraba haya sido galardonado por tercera ocasión consecutiva con una medalla de oro en el certamen «Tempranillos al mundo » no es casualidad, ya que es el vino más cuidado de esta bodega de Villarrobledo (Albacete). La añada de 2015 es la última en haber obtenido este premio, pero habrá que esperar hasta septiembre de 2017 para poder comprarlo.

El proyecto de Pago de la Jaraba nació a mediados de los años 90 con la voluntad de convertir este territorio en un referente nacional e internacional en la elaboración de productos gastronómicos de alta calidad. Su viñedo se encuentra en el extremo noroeste de la provincia de Albacete, entre los municipios de Villarrobledo y El Provencio (Cuenca ).

Cuidado, elaborado y embotellado en Pago de la Jaraba, este vino, perteneciente a la D.O. La Mancha, es fruto de las manos del enólogo Pedro Antonio del Toro . En su constitución, pesa de enorme manera el componente varietal, con una muy española e inimitable Tempranillo (70%) a la que escoltan las foráneas e igualmente inimitables y muy bordolesas Cabernet Sauvignon (20%) y Merlot (10%).

Vestido de rojo picota madura con vivos ribetes, el Pago de la Jaraba 2015 es un vino que en nariz ya anuncia su elegante diseño con sutiles matices de madera fina y delicado toffee sobre un fondo de frutas negras y rojas maduras perfectamente integrado en el conjunto.

En boca, es equilibrado y bien constituido , con gran riqueza de matices y taninos carnosos y maduros, con paso amable y aterciopelado. Tiene una persistencia media y gustosa con ecos de especias dulces y fruta en sazón que invita a repetir.

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