Cooperativas estima en 5.056 toneladas la campaña de almendra

Supone un incremento del 7% por respecto a la producción de la campaña anterior en que fue de 4.727 toneladas

Campo de almendros en Castilla-La Mancha ABC

ABC

18/05/2017
Actualizado a las 20:36h.

Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha ha estimado la cosecha de almendra en la región en 5.056 toneladas, que supone un incremento del 7% con respecto a la producción de la campaña anterior en que fue de 4.727 toneladas.

La superficie de almendro en producción de Castilla-La Mancha asciende a e 62.410 hectáreas y la estimación de kilos de pepita por hectárea es de 81, ha informado Cooperativas en nota de prensa.

La previsión de almendra se ha visto muy mermada por las heladas, ya que el daño ha sido considerable tanto en variedades tempranas como tardías, y las comarcas de Sierra del Segura y La Manchuela han sido de las más afectadas , ha señalado el técnico de la organización cooperativa Jesús Ángel Peñaranda.

«El daño de estas heladas ha sido desigual, ya que hay zonas que se han visto dañadas en su totalidad y otras donde apenas hay daños o no los hay en absoluto», ha matizado el técnico.

El auge de los frutos secos en la región es considerable y han sido muchos los agricultores que han diversificado su producción hacia los frutos secos, ha subrayado Cooperativas, que ha precisado que de las 59.408,15 hectáreas de superficie cultivada que había en 2013 se ha pasado a las 94.876,01 hectáreas en 2016 , casi 35.500 hectáreas más en apenas tres años.

Respecto al pistacho, en 2013 se cultivaron 4.388 hectáreas y en 2016 la superficie cultivada ha alcanzado las 10.909 hectáreas, lo que supone 6.521 hectáreas más.

Por lo que se refiere al nogal, también ha habido un incremento de la superficie: 791 hectáreas en 2013 y 1.272,86 en 2016, es decir, 480,89 hectáreas más en tres años.

Estas cifras, ha asegurado la organización cooperativa, corroboran el 'boom' de estos cultivos dentro de la agricultura castellanomanchega debido, fundamentalmente, al importante aumento de la demanda por parte del consumidor y de los mercados, y a la disponibilidad de variedades de almendro de floración tardía y autofértiles.

A estos factores hay que añadir el elevado precio de la almendra en los últimos años y la baja rentabilidad de los cultivos herbáceos, ha concluido Peñaranda.