Hazte premium Hazte premium

José María Rodríguez

Se va el «eterno» presidente del PP de Palma

El dimisionario dirigente local José María Rodríguez llevaba tres décadas en primera línea política, a pesar de que en varios momentos se había visto afectado por diversas investigaciones judiciales

Josep María Aguiló

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En la historia del PP balear se ha cerrado este lunes una dilatada y controvertida etapa política, con la renuncia de José María Rodríguez (Daia Nova, Alicante , 1947) como presidente de la formación en Palma. Su marcha, impulsada desde Génova, se produce días después de que hubiera trascendido que el juez Manuel Penalva vincula a Rodríguez con la presunta trama de corrupción existente en la Policía Local palmesana desde hace años. No era la primera vez que Rodríguez estaba en el ojo del huracán por supuestas actuaciones irregulares, pero hasta ahora casi siempre había salido victorioso o, como mínimo, había obtenido al menos un empate.

Vinculado en los años ochenta al sector empresarial, Rodríguez empezó a ser conocido políticamente en los años noventa , cuando fue teniente de alcalde del consistorio palmesano con el popular Joan Fageda como primer edil. También en aquella época presidió por vez primera la Junta Territorial del PP de Palma. Fue entonces cuando comenzó a forjarse la leyenda — todavía no «negra» — de que Rodríguez era un político con un poder cada vez mayor en el partido.

De Rodríguez se decía que era «el alcalde de Palma en la sombra» , que tenía dosiers de todo el mundo, que siempre conseguía un empleo para sus amigos o que había impulsado una federación vecinal conservadora para contrarrestar el poder de la única federación que existía en aquel momento, que era claramente progresista. Sus defensores alababan su gran capacidad de trabajo y también su dedicación para intentar movilizar el voto en cada campaña electoral. En aquella época, de lo único que se le pudo «acusar» fue de no haber pagado unas multas de tráfico que le impuso la Policía Local de Palma.

Ascenso y caída

El poder de Rodríguez pareció decrecer a finales de 2002 , cuando Fageda anunció que no repetiría como candidato a alcalde en las elecciones municipales de 2003. La persona escogida por el PP para intentar mantener la Alcaldía de Palma fue Catalina Cirer , quien advirtió a la dirección regional que no quería a Rodríguez en su lista y que en caso de que se le impusiera su presencia renunciaría a ser la candidata. No resulta demasiado difícil imaginar por qué. Cirer ganó ese pulso y además resultó elegida alcaldesa. Parecía el principio del fin —políticamente hablando— para Rodríguez y para los «rodriguistas» , pero en la práctica supuso todo lo contrario.

En aquellos comicios locales y autonómicos de 2003, el popular Jaume Matas logró sorpresivamente la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico y relevó al socialista Francesc Antich al frente del Ejecutivo regional. Matas nombró entonces consejero de Interior a Rodríguez, quien además dejó la presidencia del PP de Palma y pasó a ser el secretario general de los populares de las Islas, cargo que ocuparía hasta 2007.

En aquella legislatura estalló para los populares del Archipiélago el denominado caso Andratx , de corrupción urbanística, que concluiría con el ingreso en prisión de quien había sido el último alcalde de este municipio mallorquín, Eugenio Hidalgo . Matas y Rodríguez habían avalado políticamente a Hidalgo, pero también es cierto que nunca fueron imputados en dicho proceso. En cualquier caso, esa causa judicial fue determinante para que en los comicios autonómicos de 2007 Matas perdiera la mayoría absoluta con que contaba y fuera relevado por Antich, que volvió a repetir como presidente balear.

La figura de Matas se fue apagando poco a poco, incluida su retirada de la política y su posterior imputación en el caso Palma Arena , algo que no ocurrió en el caso de Rodríguez y de los «rodriguistas» , cuyo poder a partir de entonces pasó a ser decisivo y determinante —si no lo era ya— en las sucesivas luchas internas que se produjeron en el seno del PP balear .

Resurgió en 2009

Rodríguez regresó a la presidencia del PP de Palma en 2009, cargo que revalidó en 2012 y en el que en principio iba a continuar hasta diciembre de este año. En esa segunda etapa nadie podrá decir que Rodríguez no estuvo tan activo como siempre. Así, en 2010 intentó una moción de censura contra la entonces alcaldesa de Palma, la socialista Aina Calvo , que finalmente no salió adelante por la oposición de Cirer. Poco después, Rodríguez se postuló como posible candidato a alcalde para los comicios de 2011 . No obstante, quien en aquel momento era el nuevo líder del PP balear, José Ramón Bauzá, optó por el neófito en política Mateo Isern . Esa decisión resultó sin duda acertada, pues Isern consiguió ser el nuevo primer edil de la ciudad con una holgada mayoría absoluta.

Mientras tanto, Rodríguez fue senador autonómico entre junio y diciembre de 2011, cargo que abandonó cuando fue nombrado delegado del Gobierno en Baleares , nuevo destino que celebró con una fiesta por todo lo alto que aún se recuerda en Palma. Con todo, la dilatada carrera política de Rodríguez pareció llegar a su fin a mediados de 2012, cuando se vio obligado a dimitir como delegado del Gobierno poco después de que el juez José Castro hubiera iniciado las investigaciones del llamado caso Over . En esta causa se investiga una supuesta financiación irregular del PP balear hace diez años. Finalmente, en noviembre de 2012 Castro decidió imputar a Rodríguez y a Matas en el marco de dicho proceso judicial. De momento, ambos siguen aún imputados, investigados en la terminología actual.

Bauzá intentó en aquel momento que Rodríguez no volviera a presentarse para presidir el PP de Palma, en las primarias previstas para diciembre de 2012, pero Rodríguez no sólo se presentó sino que además ganó. Con posterioridad, Bauzá y Rodríguez pasaron de enemigos íntimos a aliados, cuando por recelos hacia el carisma y la buena gestión de Isern decidieron que no repitiera como candidato a alcalde en 2015. La persona escogida como relevo fue Margalida Durán , que no logró revalidar la mayoría absoluta de Isern y se quedó en la oposición.

Desde que Rodríguez inició su carrera política, había visto cómo dimitían o se retiraban los antiguos presidentes autonómicos populares Gabriel Cañellas, Cristòfol Soler, Jaume Matas y José Ramón Bauzá . Rodríguez había visto también cómo Isern abandonaba la política de manera definitiva o cómo Cirer perdía la gran influencia que antaño tuvo en el PP. Rodríguez les había sobrevivido a todos —políticamente hablando—, pero a partir de este lunes también él mismo ha pasado ya a formar parte de la dilatada y controvertida historia del PP balear.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación