El palacio que los obispos de Tarazona tardaron 200 años en rematar

Casi doscientos años tardaron los sucesivos obispos de Tarazona en completar su palacio episcopal , un imponente edificio que preside una de las más conocidas perspectivas paronámicas de esta localidad zaragozana y que, en sus orígenes, fue un alcázar musulmán , sede administrativa y de gobierno de la ciudad durante la época de dominación islámica.

Tras la reconquista cristiana de Tarazona, en el año 1119, la localidad acabó recuperando su condición de sede episcopal que ya había tenido, durante siglos, antes de la invasión musulmana de la Península.

Pero el edificio, que ahora encara su restauración con una inversión de más de 700.000 euros , no fue la primera sede del restablecido Obispado turiasonense. Tuvieron que pasar casi 300 años para que el viejo alcázar musulmán de Tarazona se convirtiera en residencia episcopal y centro del gobierno eclesiástico de esta Diócesis aragonesa. Fue en el año 1386 cuando el obispo Pérez Calvillo adquiere el antiguo alcázar y éste se convierte en palacio episcopal.

Ahí arrancó un largo proceso de reformas y ampliaciones monumentales que no culminaron hasta finales del siglo XVI. Las primeras estructuras medievales, con sus raíces arquitectónicas islámicas, se nutrieron del gusto renacentista. El resultado fue un espléndido edificio, una de las joyas monumentales de Tarazona que, además, está cargado de historia. Fue residencia de los Reyes Católicos en sus estancias en Tarazona y sirvió de sede a las itinerantes Cortes del Reino de Aragón en la Edad Media.

Desde hace varios años se venía trabajando en la planificación de un plan de restauración que subsanara los no pocos problemas de conservación que arrastra el Palacio Episcopal de Tarazona. Ahora, por fin se ha logrado dar luz verde a las obras. Arrancarán esta misma semana, con un presupuesto de 727.630 euros. La rehabilitación la llevará a cabo una unión temporal de empresas formada por Construcciones Puente Argal y Construcciones Murillo, siguiendo el proyecto de restauración redactado a través de un convenio firmado en su día con la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid.

El proyecto lo impulsa la Fundación Tarazona Monumental . El grueso del presupuesto de la restauración será cubierto por el Estado. El 75% del coste lo ha asumido el Ministerio de Fomento, mientras que el resto lo sufragarán la propia fundación (85.000 euros), el Obispado de Tarazona (otros 85.000) y el Ayuntamietno de la localidad (32.119 euros).

La rehabilitación incluirá la reparación de grietas abiertas en diversas zonas del inmueble, el «cosido» de pilares de los arcos y la sujección de las distintas partes del edificio. Se consolidarán las cubiertas y se acondicionará el patio central, reconduciendo el drenaje de las aguas de lluvias. Durante estas obras también se va a instalar una malla provisional en la fachada, para evitar desprendimientos.