Susana Díaz se la juega también el 26-J

La presidenta de la Junta de Andalucía debe asegurarse que el PP no le sobrepasa en escaños o en votos, pero si se cumple el pronóstico del sondeo de GAD3 para ABC en esa comunidad , el PP conseguirá entre 20 y 21 diputados, frente a los 19-20 del PSOE y los 13 escaños de Podemos. Y Díaz tendrá al día siguiente un problema si quiere postularse en caso de dimisión de Sánchez. Los populares serán, siempre según ese sondeo, la primera fuerza en Almería, Granada y Málaga, mientras que el PSOE gana en Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla.

Por eso, el PSOE-A está trabajando «al ciento diez por ciento» en esta campaña electoral. Ha calado en toda la organización, y en particular en la federación andaluza, que lo que está en juego este domingo es la supervivencia del partido como lo hemos conocido desde la restauración de la democracia, hace 40 años. Díaz no dejará la Junta de Andalucía y todo el poder que implica, dicen sus críticos, para ir a Ferraz a gobernar «un PSOE con 70 diputados» .

Sería ese, además, un PSOE ya reconvertido en un «partido del sur», con fuerte implantación solo en Andalucía y Extremadura, únicos sitios donde, a priori, va a ganar el 26-J, con un grave problema de marginalidad política en el resto de España. Esa es la baza que vienen utilizando subrepticiamente Sánchez y su equipo contra Díaz, y que redoblarán apartir del lunes en función de los movimientos desestabilizadores que observen.

El perfil, demasiado «del sur» de Susana Díaz, no encaja «de Despeñaperros para arriba», llevan meses asegurando los barones más próximos a Sánchez. Sin duda, una derrota electoral este domingo ahondaría en el rechazo soterrado a una eventual candidatura suya para optar a la Secretaría General en el 39 Congreso.

Por eso, Susana Díaz lleva semanas marcando perfil propio; ora atacando a Pablo Iglesias por su intento de patrimonializar a Zapatero, ora asegurando que «los votos de los andaluces no van a servir para pagar los privilegios de Ada Colau ».

Ha ido mucho más allá en su mensaje contra Podemos que Sánchez y los suyos, y le ha costado enfrentarse a un Miquel Iceta (PSC) por lo de los «privilegios» a Cataluña, pero ella tiene claro que necesita salvarse el 26-J como sea. Para eso es muy importante sobrepasar al PP en escaños y votos en Andalucía, y aunque oficialmente los suyos sostienen que la presidenta andaluza no está «a eso» (el día después interno), lo cierto es que lo necesita para erigirse en el único faro al que mire un partido desnortado en caso de «sorpasso» generalizado de Unidos Podemos en toda España.

Sería ese un PSOE que deberá hace una refundación en el peor de los escenarios posibles: con una, más que probable, abstención en la investidura de un candidato del PP y con Pablo Iglesias apuntando todas sus baterías a la «traición» de lossocialistas a sus electores.