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El secesionismo «marca» a policías y guardias civiles

Miles de jóvenes, muchos menores, hostigan a las Fuerzas de Seguridad sin una sola intervención de los Mossos

Policías nacionales salen a la calle en su hotel de Pineda de Mar en medio del acoso de radicales EFE
Pablo Muñoz

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El secesionismo, controlado por la CUP y la ANC, ha elegido las Fuerzas de Seguridad como objetivo prioritario. Los guardias civiles y policías desplegados son objeto constante de hostigamiento por una masa, presuntamente pacífica, que insulta provoca, veja y amenaza a los agentes. Los Mossos, que aparentemente ya solo amparan a un sector de la población, miran los acontecimientos con absoluta indiferencia: «Mientras estemos aquí no harán nada», dice a ABC uno de los pocos antidisturbios desplegados que no se molesta en disimular su incomodidad por el hecho de tener que dar explicaciones.

El hotel de Pineda de Mar (Barcelona) asediado desde anoche por cientos de sujetos se ha convertido ya en símbolo de la resistencia tranquila de las Fuerzas de Seguridad, en este caso la Policía. Los agentes, hartos del encierro al que son sometidos contra su voluntad, han bajado a primeras horas de la tarde a la calle para dar vivas a España y reclamar su derecho a poder trabajar. Ni siquiera han exhibido defensas, o cualquier arma.

A primeras horas de la tarde, la moral de los agentes, tocada anoche por la siniestra situación que se ven obligados a vivir, mejoraba con la orden de Interior de que no se iba a salir de ni un solo hotel más, entre otras cosas porque ya están contratados hasta el día 5.

El Ayuntamiento de esa población de la comarca del Maresme había presionado todo lo posible al dueño del hotel para que expulsara a los policías, y de hecho el empresario había sucumbido a las mismas. «Solo queremos trabajar; simplemente eso», explica a ABC uno de los policías, que advierte que «en las manifestaciones se utilizan técnicas que ya hemos visto hace muchos años en el País Vasco».

Las provocaciones llegan incluso de los niños: «Por aquí vive un chaval de 12 años, de raza negra, que al principio nos saludaba y ahora nos hace cortes de manga... También hemos tenido bomberos con uniforme colaborando con los acosadores y alentando a la gente para que nos insulte».

En realidad, se trata de marcar a policías y guardias civiles, los nuevos enemigos predilectos de los secesionistas gracias, entre otras cosas, a la pasividad absoluta de los Mossos, que creen a salvo de las iras de los radicales con esta actitud. «Se equivocan; ahora somos nosotros, pero luego serán ellos», explican las fuentes consultadas por ABC.

Los incicentes han sido constantes. En el cuartel de la Guardia Civil de Travessera de Gracia ha habido esta mañana otro episodio de acoso, lo mismo que en otras localidades. Además, se han colocado fotografías de agentes de las Fuerzas de Seguridad en algunas calles. La «batasunización» de la vida ciudadana empieza a ser preocupante.

La tarde, y en especial la noche, se prevé tensa y difícil. A estas horas antisistema ya han asaltado un supermercado y es previsible que cuando la masa se disperse tras la manifestación llegue el turno de los radicales. La Generalitat no controla la situación, por mucho que intente aparantarlo. Quien manda, quien da las consignas y quien organiza a los secesionistas es la ANC y la CUP. Ésta anunció que habría «mambo» y hoy parece que es el día que puede haberlo.

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