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Congreso de los Diputados

Santamaría cree que Puigdemont no tiene capacidad de decisión para negociar con el Gobierno

El PDeCAT califica como «cartón piedra» la operación diálogo lanzada por Moncloa con la Generalitat

La vicepresidenta del Gobierno, Sorya Sáenz de Santamaría EFE
Ana I. Sánchez

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Sables en alto de nuevo en el Pleno del Congreso de los Diputados entre el Gobierno y el PDeCAT, que ha llevado a la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría , a definir al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, como un interlocutor sin «capacidad de decisión» para negociar con Madrid una salida pactada para la crisis territorial de Cataluña.

«Por nuestro lado está Rajoy; por su parte, ¿quién es el interlocutor con futuro?», le ha espetado, culpando a esta falta de capacidad de la ausencia de avances en la operación diálogo em,prendida por Moncloa en esta legisltura.

Y ello, ha señalado la vicepresidenta al diputado del PDeCAT Jordi Xuclá, por el secuestro al que le tiene sometido el acuerdo establecido entre la antigua Convergència con ERC y la CUP para gobernar en esa comunidad autónoma.

Un pacto que ha llevado a la Generalitat a centrar su política en el desafío independentista provocando el «hartazgo» entre la ciudadanía catalana . Ha rescatado cifras para sostener esta afirmación recordando que el apoyo a la independencia ha caído en Cataluña del nivel del 50 por ciento hasta el 40 por ciento en los últimos meses, según el CIS.

Tampoco Santamaría ha dejado pasar la oportunidad de recordar el apoyo electoral «menguante» que recibe el PDeCAT, mientras Xuclà la observaba desde su escaño con gesto incómodo. Le ha recordado como hasta 2015 la antigua Convergència era la tercera fuerza política del país y ocupaba en el hemiciclo el espacio en el que hoy se sienta Ciudadanos.

Xuclá, como en un diálogo de sordos, ha acusado al Ejecutivo de no buscar realmente una salida pactada y ha calificado la operación diálogo como «puro potenkinismo, pura realidad paralela, puro cartón piedra de promesas elaboradas y realidades inconsistentes».

Ha vuelto a reiterar la necesidad de celebrar un referéndum para decidir el futuro de Cataluña bajo el principio de «no imponer, no impedir» y que éste sea permitido por el Gobierno. Una propuesta que Sáenz de Santamaría ha recordado que no tiene encaje en la Constitución.

«Es tanto como imponerle el matrimonio a una señora pero dejarle opinar sobre el menú de la boda y el vestido», ha rechazado antes de instarle a que sigan el procedimiento establecido en la Carta Magna y sometan su pretensión a votación en el Congreso de los Diputados. «En democracia se puede ser independentista, se llama libertad ideológica», recordó.

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