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Rivera pedirá a Rajoy controlar los Mossos, TV3 y el cese de altos cargos de la Generalitat

Cs cree que el pacto entre La Moncloa y Ferraz es un ramillete de obviedades y pide actuar contra el adoctrinamiento en las escuelas, además de garantizar que se cumplen las sentencias respecto al castellano como lengua vehicular

Albert Rivera, la pasada semana, en el Congreso de los Diputados EP
Víctor Ruiz de Almirón

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Albert Rivera no cesa en su empeño. La imagen de unidad que emanó de la reunión entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez no hizo al presidente de Ciudadanos cambiar el paso. Rivera interpretó el acuerdo entre el Gobierno y el PSOE como un ejemplo más de «inacción».

Rivera, que ayer celebraba las fiestas de San Isidro, patrón de la ciudad de Madrid, mientras La Moncloa y Ferraz anunciaban su acuerdo, desdeñó los términos del mismo. «No comparto el no acuerdo, la no acción que han tomado hoy», aseguró.

Los planteamientos que Rivera va a llevar mañana a Rajoy van en la dirección de ampliar ya el 155 y endurecerlo . Desde el partido aseguran que esas demandas se mantendrán si la intervención finaliza y debe aplicarse otro en el futuro. Pero dejan claro que su prioridad es la no extinción del actual.

Para empezar, en Cs se considera como algo «obvio» que una nueva intervención debería ser más intensa. El líder de Ciudadanos dijo que ayer se pactaron «cosas obvias», como que se responderá ante cualquier intento de romper la legalidad, y que en su reunión «a diferencia de hoy, vamos a ir a proponer soluciones, para ver cómo se extiende ese 155». Y tres son sus prioridades: «La televisión pública (TV3) está descontrolada, los Mossos quieren volver a restituir a Trapero, quieren seguir destinando dinero al golpe separatista...», planteó Rivera.

Pero desde la dirección se añade también el cese de «altos cargos golpistas», y se pone de ejemplo a la interventora general de la Generalitat. También se considera «de la mayor urgencia» actuar contra el adoctrinamiento en la escuela y garantizar el cumplimiento de las sentencias sobre el castellano como lengua vehicular.

La escenificación de ayer entre el presidente del Gobierno y el líder del PSOE no cambió lo que Rivera le va a decir mañana al jefe del Ejecutivo: «Le voy a proponer a Rajoy colaboración, vamos a ir a proponer soluciones y a que Rajoy rectifique, salir corriendo y de mala manera no es la solución».

Rivera quiere convencer a Rajoy que el ánimo de Torra de restituir al anterior Govern -ayer mismo dijo que fue «un error» no mantener la declaración unilateral de independencia- es ya base suficiente para mantener el 155: «Con un presidente racista que ya ha dicho que va a instalar la república catalana, que va a restituir a un imputado por rebelión al frente de los Mossos, que está diciendo que puede hasta restituir a prófugos de la Justicia al frente de consejerías, no nos queda otra que aplicar la Constitución».

No obstante, hay quienes en Ciudadanos ven en el movimiento de Rajoy y Sánchez de ayer una constatación de que «ahora dicen lo que nosotros dijimos la semana pasada». Aseguran que mantendrán sus exigencias y que el tiempo les dará la razón: «Como siempre, Rajoy acabará donde nosotros ya estamos, solo que tarde y mal» , reflexionaba ayer un alto dirigente del partido.

En Cs aseguran también que si en el nuevo Govern hay algún exconseller que esté en prisión habría que valorar por parte del Gobierno un recurso ante el Tribunal Constitucional.

Ante los duros ataques que llegaron de Génova y Ferraz, que cargan en Ciudadanos la ruptura del bloque constitucional, Rivera trata de dar la vuelta a esa argumentación. Para Cs es Rajoy quien ha vulnerado el espíritu del artículo 155 al no recurrir los votos delegados de Puigdemont y Comín, «facilitando» así la investidura de Quim Torra y «dejar a los constitucionalistas catalanes desamparados» por sus «prisas» para aprobar los Presupuestos con el PNV.

Esa es la justificación para el endurecimiento de su discurso. Que no cesa, y que tiene como punto vertebrador el convencimiento de que PP y PSOE quieren quitarse cuanto antes «la patata caliente del 155», como la define un dirigente. « Yo no comparto la idea de Rajoy de salir corriendo de Cataluña como decían alguno de los líderes del PP», criticó ayer Rivera.

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