La purga de Bescansa incrementa de nuevo la relevancia de Montero

Casi cuatro años han pasado desde su nacimiento, y ya poco queda del Podemos original. La batalla fratricida de Vistalegre 2 y las represalias reorganizativas del vencedor, Pablo Iglesias, para conformar un partido bajo su control parecían una cosa del pasado. Los errejonistas ya no presentan batalla a nivel estatal, y la d iscrepancia interna sobre lo fundamental aparentaba ser casi inexistente. Pero nadie contaba con el factor Cataluña.

La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, sustituirá a la cofundadora de Podemos Carolina Bescansa en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados. El cambio se produjo la pasada semana, aunque pasó desapercibido con todos los focos puestos en el desafío secesionista catalán.

Unos días antes de su relevo, Bescansa se había mostrado crítica con el discurso oficial del partido sobre el conflicto en Cataluña. En una reunión del grupo parlamentario, la diputada habría avisado de que con la ausencia de un «discurso para España» le iría muy mal a la formación. Las últimas encuestas electorales recogen, efectivamente, una importante caída de los de Iglesias en intención de voto. Además, tal y como informó ABC, según los datos del barómetro del CIS del pasado mes de septiembre, solo el 15% de los votantes de Unidos Podemos quiere «un Estado en el que se reconociese a las Comunidades Autónomas la posibilidad de convertirse en Estados independientes».

Tan solo dos días antes de su relevo, Bescansa publicó un artículo en eldiario.es saliéndose del discurso oficial de la formación marcado por Iglesias y asegurando que «la única herramienta con la que empezar a resolver la crisis política catalana es una convocatoria electoral en Cataluña». Aunque la expulsión de la diputada coincide con su desmarque del discurso oficial, desde el partido aseguran que se debe a que, con el pacto entre PP y PSOE para reformar la Constitución y con la crisis catalana como telón de fondo, la comisión cobrará una relevancia fundamental durante la legislatura, por lo que lo lógico es que sea la portavoz de grupo, y no Bescansa, la que participe. La portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, no forma parte de esta comisión.

Con este cambio, Bescansa solo conserva sus sillas en la Comisión de Investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP y en la subcomisubcomisión para la reforma electoral. Mientras que Montero, además de portavoz del grupo parlamentario, forma parte de dos comisiones relevantes (Interior y, ahora, Constitucional), y de la Comisión de control de los créditos destinados a gastos reservados, además de ser vocal de la Diputación Permanente de la Cámara Baja. La cofundadora de Podemos, experta en Derecho Constitucional, ya fue relegada en febrero de su cargo como secretaria general del Grupo Parlamentario de Unidos Podemos, cargo que pasó a ocupar el diputado Txema Guijarro, afín a Iglesias.