Pulso en el PDECat por el futuro de Germà Gordó

La resolución de la crisis está tensionando al partido, dividido entre quienes le exigen la renuncia inmediata a su acta de diputado y quienes optan por una solución intermedia, en reconocimiento a su trayectoria. Así, parece que la solución acordada es que Gordó dejé el grupo parlamentario de Junts pel Sí para pasar a ser diputado no adscrito. Ello le permitiría retener su condición de aforado, detalle nada menor cuando el TSJC ha nombrado instructor de la causa a Enric Anglada i Fors , ámigo íntimo de uno de los implicados. Pese a que Anglada pidió ser apartado del caso, su ruego no fue atendido.

La salida de Gordó del grupo de Junts pel Sí, y su renuncia a presidir la Comisión de Justicia, parece una salida de compromiso para quien en su propio partido, al menos en una parte, ya ven como un cadáver político.La presidenta del Consell Nacional del PDECat y de la Diputación de Barcelona, Mercè Conesa , apuntaba ayer que el partido «debe poder volar libre de los procesos que afectan a la antigua CDC». Conesa se alineaba también con Marta Pascal, que el día anterior apuntaba: «El president Mas dio un paso al lado pensando en el proyecto común. A veces dar pasos al lado sirve para avanzar y demuestra generosidad».

La corrupción de la vieja CDC sigue siendo un lastre para un PDECat fracturado entre la nueva y la vieja dirección.