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El PSOE insistirá en su «no» a Rajoy para devolver la presión al PP

La federación andaluza, la más importante, oficializó ayer su rechazo a la abstención en la investidura

Gabriel Sanz

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El PSOE no quiere terceras elecciones pero tampoco se lo va a poner fácil al PP desde el principio. Restan cuatro días para la primera y trascendental reunión del Comité Federal tras el 26-J, donde se decidirá la línea a seguir en las negociaciones de investidura, y las señales que emiten tanto Pedro Sánchez como los barones, salvo el extremeño Guillermo Fernández Vara , o el exministro José Borrell , son las de mantenerse en un rotundo «no» a la reelección de Mariano Rajoy con una abstención socialista.

No digamos ya a participar en el gobierno de coalición pretendido por el presidente del Gobierno en funciones, que rechazan todos de plano. «El problema no es del PSOE, es del PP, que tiene que empezar ya a tejar alianzas con sus afines, el centro-derecha nacional (Ciudadanos) y nacionalistas (PNV y Coalición Canaria» , insisten.

Al margen de la devolución de «pelota» de Ferraz a Génova que entraña esa actitud, lo cierto es que a los socialistas el asunto les «quema» entre las manos por otra razón porque lo que va a sobrevolar este sábado la cita de Ferraz es también el futuro de Sánchez tras otro desastroso resultado electoral.

Ni él ni los críticos quieren aparecer ante la militancia como traidores a las esencias, de forma que eso pueda acabar influyendo en el resultado del 39 Congreso, en otoño.

Silencio como estrategia

Sánchez lleva sumido en el silencio desde la noche electoral del 26-J y así va a seguir hasta el sábado, según fuentes de la Dirección federal, para que se visualice que su rechazo no es personal y que su intervención será la de todo el PSOE .

El secretario general es consciente de que la estrategia de Rajoy es trasladar a ese Comité Federal socialista la presión de la opinión pública a fin de que rectifique su resolución del 28 de diciembre; aquella en la que podía leerse que «el PSOE votará en contra de la investidura de Rajoy y de un nuevo Gobierno del PP. Porque ese es el mandato de nuestros votantes y de la mayoría de los españoles».

Dicho de otra manera, o los 85 diputados del PSOE se abstienen en la investidura de Rajoy o esta no sale y serán culpables de unas terceras elecciones a ojos de los españoles .

Pero, entre las pocas cosas que aún unen a Sánchez y a sus barones tras el nuevo batacazo figura un rechazo visceral a la idea de que rechazar otros comicios implique automáticamente investir a quien hace una semana daban por amortizado.

Sobre todo cuando el propio Rajoy -dicen desde Ferraz- no se ha dignado todavía a descolgar el teléfono para citar a Sánchez -de momento, solo ha convocado, hoy en La Moncloa, al líder de Coalición Canaria, Fernando Clavijo - ni se está «moviendo».

«Si quiere nuestra abstención va a tener que sudar la gota gorda» , asegura un importante barón a ABC. «Porque no habrá mayoría en el Congreso para un gobierno alternativo pero sí para derogar la reforma laboral o la "Ley mordaza", para empezar a hablar» .

Y es que la gestión de los tiempos por parte del jefe del Ejecutivo en funciones empieza a ser considerada en el PSOE como una «provocación» para doblarles el pulso que, paradójicamente, está generando el efecto contrario al deseado por el PP.

Algunos piensan que, llegados al punto en que el dilema sea: o Rajoy o elecciones, planteado al alimón no solo por el PSOE, también por Ciudadanos, el PP optará por dejar caer a su candidato, por más que haya sido el candidato más votado .

«Ojito con las consultas»

Solo así se explica que la principal federación, Andalucía, controlada férreamente por quien puede ser rival de Sánchez en el 39 Congreso, Susana Díaz , diera ayer su «no rotundo» a Rajoy por encima de las «opiniones personales» de Fernández Vara, favorable de partida a una abstención.

Así se expresó su secretario de Organización, Juan Cornejo , argumentando que la «gran coalición» PP-PSOE «no es buena para España» y este país necesita una alternativa constitucional de gobierno, «que de no ser el PSOE, la única alternativa sería el populismo (Podemos) o el independentismo».

«Rajoy debe mirar a la derecha, empezar a moverse y buscar los apoyos suficientes para un gobierno» , recalcó. E instó al presidente del Gobierno en funciones a «rellenar su agenda» de una vez con más encuentros esta semana que el ya cerrado con Coalición Canaria.

Juan Cornejo tuvo especial cuidado en no rechazar la idea deslizada por la Dirección Federal de someter a consulta entre la militancia esa abstención. Un «arma» en manos de Sánchez que el secretario general ya utilizó, convocando a los afiliados el 27 de febrero , por si los barones hubiesen tenido la tentación de neutralizar un hipotético pacto con Podemos que al final no se produjo. De hecho, los 190.000 militantes hubieron de pronunciarse sobre un acuerdo con Ciudadanos.

La formación andaluza, recordó ayer Cornejo, no se opone a realizar consultas en «momentos excepcionales», si bien la democracia directa es «una trampa» en muchas de las situaciones.

El «número dos» del PSOE-A se mostró firme defensor de la democracia representativa y consideró que está bien consultar si lo decide el Comité Federal del partido, pero que «ojito con las consultas» porque la democracia deja de ser tal «cuando desaparecen los órganos de control» . Así, tras defender que «no se puede estar todo el día consultando», sino que se consulta algo excepcional, son los parlamentos quienes lo deciden».

Cornejo cree que se puede estar poniendo «en jaque» el modelo de democracia representativa que tenemos y sus órganos de control.

«Los populismos acaban rozando a las dictaduras , haciendo pocas consultas, las justas y necesarias, para luego hacer lo que les dan la gana», recalcó el dirigente andaluz. Una postura que la propia presidenta de la Junta de Andalucía tendrá ocasión de contrastar con Sánchez en la reunión que ambos van a mantener esta semana dentro de la ronda de citas bilaterales con los barones.

Puig: No a la «banalidad» de Rajoy

En esa ronda, las primeras en ver a Pedro Sánchez serán las secretarias generales del País Vasco, Idoia Mendía , y Madrid, Sara Hernández , muy partidarias de su continuidad tras el 39 Congreso del PSOE y que rechazan de plano cualquier acercamiento a los populares. Ambas pasarán hoy por Ferraz. Y el miércoles lo harán el presidente valenciano, Ximo Puig ; la presidenta balear, Francina Armengol ; y el castellano-manchego, Emiliano García-Page , entre otros.

Puig no acudirá el sábado al Comité Federal porque estará junto al resto de su Gobierno en Torrevieja (Alicante), donde tiene previsto pasar tres días (del 8 al 10 de julio) para repasar la visión estratégica de los proyectos de gobierno. Con la denominación «Seminario de Gobierno. Verano 2016», se tratará del segundo encuentro de estas características en la etapa de Puig tras el inaugural, que se celebró el pasado enero en Morella (Castellón).

Ximo Puig emplazó ayer a Mariano Rajoy a que empiece a hablar «de los temas de verdad» , como las medidas que va a tomar para paliar el vaciamiento del Fondo de Reserva de la Seguridad o qué hará para frenar el recorte de 8.000 millones que pretende la Coisión Europea en los Presupuestos Generales del Estado. Que hable de eso, dijo, y abandone el «debate banal» sobre las «combinaciones» de gobernabilidad porque «la sociedad está muy cansada de eso».

Además, advirtió, en la nueva legislatura habrá un Parlamento «mucho más vivo» con mayoría suficiente para acabar con la Ley de Seguridad Ciudadana o "ley mordaza", con la LOMCE o con la ley de régimen local. Para acabar, insistió, «con el absolutismo del PP».

El viernes, Pedro Sánchez recibirá en Ferraz a los presidentes de Asturias, Javier Fernández , y Andalucía, Susana Díaz . Para entonces ya tendrá el borrador de la resolución que al día siguiente tendrán que aprobar los más de 200 miembros del Comité Federal. Un documento que deberá cuidar mucho la textualidad para no cerrar de todo las puertas a pactar con el PP porque, si al final no se abstienen los 85 diputados del PSOE, habrá elecciones.

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