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Primer 20-N con Franco en Mingorrubio: la visita de su espadín, nostálgicos y curiosos

Roberto, uno de sus escoltas personales, recordaba los últimos minutos en la habitacion de La Paz

Un admirador de Franco deposita flores en la entrada del panteón de los Franco GUILLERMO NAVARRO
Paloma Cervilla

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Como cada mañana desde que los restos de Francisco Franco fueran trasladados al cementerio de El Pardo-Mingorrubio , Roberto, el que fuera su espadín hasta el último minuto de vida, un suboficial de Caballería, se acerca al panteón familiar de los Franco a rendir homenaje al dictador. Ayer, no era un día cualquiera en el campo santo, se conmemoraba el primer 20 de noviembre con Franco fuera del Valle de los Caídos .

Roberto llegó al cementerio pasadas las diez y media de la mañana, dos furgonetas de la Policía Nacional en el exterior y tres coches en el interior vigilaban el recinto. El que había sido escolta personal de Franco desde 1972 a 1975 y trabajó al servicio de su hija, la duquesa de Franco, durante 20 años, se acercó a la entrada del panteón, se quitó la gorra en señal de respeto y permaneció unos segundos. Minutos después, ante los medios de comunicación, recordaba la imagen de Franco fallecido en su habitación del Hospital de la Paz , donde él estaba

A diferencia de otros días, Roberto no estaba solo. El frío , casi gélido, tan solo tres grados centígrados, que se registraba en la colonia de Mingorrubio , no fue impedimento para que curiosos, y seguidores de Franco llegaran con cuentagotas a visitar el panteón de los Franco.

De las primeras en llegar, pasadas las diez de la mañana, fue Simona, una leonesa de 76 años, residente en Madrid, que ya había estado en este mismo lugar el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos. Entonces dejó unas flores, que continuaban en el mismo sitio, y que volvió a recoger para refrescarlas con agua. Regresó a Mingorrubio por « gratitud a Franco , porque paró la guerra y se jugó el tipo como español. Fue un general valiente y le doy las gracias porque mi padre pudo volver a casa». A su padre lo llamaron a filas en la Guerra Civil y «nos contaba que la guerra es horrorosa . Él nos decía, Dios quiera que no conozcais esto».

«Dios lo juzgará»

Simona no critica el traslado de los restos de Franco del Valle de los Caídos a Mingorrubio, «él tiene que estar agradecido porque lo han acercado a su esposa, pero hay que dejar a los muertos en paz. Dios lo juzgará . No todos lo hacemos bien y Franco hizo mucho bien por España».

Desde Francia y Suiza viajaron hasta El Pardo Gilles y Bruno y otro amigo , con parada primero en el Valle de los Caídos. Dos admiradores del dictador que consideran a Franco «un ejemplo para todo el mundo». Es la quinta vez que visitan la tumba de Franco y califican al Gobierno de Pedro Sánchez de «miserable».

En una esquina del panteón, Manuel, de 40 años, reza un Padrenuestro por Franco. «No debería estar aquí» y asegura que es la primera vez que visitaba la tumba y que le viene «mejor este lugar que el Valle de los Caídos. «La gente lo tenía olvidado y es vergonzoso que ahora estén con el franquismo todo el día en la boca».

Entre los simpatizantes y admiradores de Franco se encontraba un curioso ciudadano francés que vió en su país el programa especial de los actos de exhumación y aprovechando una visita a Madrid decidió acercarse a Mingorrubio. Receloso a dar su identidad, solo quiso comentar que «hacer un programa de cinco horas parece mucho, sí, sí, me lo parece».

Biznieto de Franco

Hasta media mañana, el goteo de visitantes y la presencia policial, que se fue relajando a medida que pasaban las horas, era el reflejo de que no era un día cualquier. Más periodistas y cámaras de televisión que curiosos y admiradores. Aunque éstos aumentaron en número cuando llegaron desde el Valle de los Caídos, donde a las once de la mañana se celebró una misa.

Una comitiva integrada por el presidente de la Fundación Francisco Franco, Juan Chicarro, acompañado de unas doce o veinte personas, que depositaron unas flores en la tumba de Franco, y rezaron « un padrenuestro, un avemaría y un gloria. Lo normal en estos casos».

De la familia solo hizo acto de presencia el biznieto Francisco Franco Suelves, evitó responder a la prensa y sólo indicó que es un «día normal» y que ha estado «rezando» en la misa dedicada a Franco.

El día finalizó con una misa en El Pardo, a las siete de la tarde. A las cinc,o el cementerio se había cerrado.

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