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Ni porrazos, ni fotos como las del 1-O

Interior ordenó a Mossos, Guardia Civil y Policía no caer en provocaciones para evitar manipulaciones del secesionismo

Manifestantes okupan las vías del AVE en la estación de Sants de Barcelona el pasado miércoles EFE / vídeo: Los afectados por la huelga se quejan de la inacción de los Mossos
Pablo Muñoz

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El Ministerio del Interior ordenó a los Mossos d’Esquadra y a la Policía que en ningún caso cayeran en provocaciones durante la fracasada «huelga de país» , convocada el pasado miércoles en Cataluña, y que actuaran con «proporcionalidad y tranquilidad». Esa decisión dejó en evidencia a los secesionistas, que con sus acciones violentas a lo largo de toda la jornada enseñaron su verdadero rostro, pero a cambio facilitó que los llamados Comités de Defensa de la República (CDR) tomaran como rehenes a decenas de miles de ciudadanos que llegaron tarde a sus trabajos y a sus casas por los numerosos cortes en carreteras y ferrocarril, incluido el AVE en Gerona.

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La consigna era, dicho en términos coloquiales, « ni un porrazo, ni una foto regalada a los secesionistas de cargas policiales ». En el recuerdo aún pesaba la escandalosa manipulación de lo sucedido el 1 de octubre por parte del gobierno de Puigdemont y de las entidades independentistas convocantes del referéndum ilegal, como la ANC y Omnium Cultural. Entonces se quiso dar la imagen de que la Policía y la Guardia Civil habían actuado con brutalidad -aunque en absoluto fue así lo cierto es que ese falso relato se impuso en muchos sectores- y ahora había que evitar a toda costa que sucediera algo similar.

Malestar policial

La actuación de las distintas Fuerzas de Seguridad, en especial de los Mossos, provocó malestar en algunos sectores policiales que consideran que se fue demasiado condescendiente con los piquetes de los CDR. « Eran individuos sin experiencia , tampoco se concentraban demasiados en cada punto, y ni siquiera tenían motivación suficiente para aguantar una mínima actuación de los agentes de la Brigada Móvil de la Policía catalana o de las UIP», dicen las fuentes consultadas. «Es inadmisible que se permita tomar como rehenes a los ciudadanos, por mucho que se quieran evitar imágenes de cargas que puedan ser luego manipuladas por los secesionistas».

También hubo momentos de tensión provocado por personas que veían cómo los piquetes actuaban de forma impune mientras ellos no podían continuar con su vida normal. « Los radicales fueron los únicos culpables de todo eso ; no se puede responsabilizara las Fuerzas de Seguridad», insisten por su parte fuentes de Interior consultadas por ABC, que admiten en cualquier caso que el dispositivo de seguridad se diseñó teniendo en cuenta las circunstancias que hay en Cataluña: «En cualquier otra parte se hubiese actuad de forma distinta», admiten.

Las mismas fuentes destacan no obstante que « la actuación fue equilibrada y proporcional , como lo demuestra que hubo más de 200 actuaciones policiales sin que se produjera ni un solo herido». Aseguran asimismo que «la radicalización de los llamados comités de defensa de la república, que se mueven en el entorno de la CUP, aumentó a medida de que los convocantes se daban cuenta de que la huelga había sido un fracaso absoluto, salvo en la Educación donde sí tuvo algún eco. Llegaron a perpetrar sabotajes y no dudaron en utilizar a niños y personas en sillas de ruedas como escudos ante los agentes y se centraron en tres puntos en los que sabían que con sus acciones provocarían más caos: la AP7, la estación de Sants y la de Gerona», que no fueron despejadas hasta pasadas las nueve de la noche.

Una de las situaciones que más llamo la atención fue la aparente pasividad de las Fuerzas de Seguridad en las vías de ferrocarril y las estaciones. Las fuentes consultadas por ABC explican que actuar allí es muy complicado desde un punto de vista técnico, porque una intervención policial en ese escenario «podría haber tenido consecuencias impredecibles». Interior defiende que esa circunstancia justifica sobradamente la prudencia con la que se actuó.

Actuación «proporcional»

«Teníamos que estar a la altura del momento y volver a demostrar que las Fuerzas de Seguridad del Estado -todas las policías lo son- actúan en democracia y de modo proporcional, tal como sostiene el Gobierno desde el primer día», aseguró el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en una entrevista en televisión.

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