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Las líneas rojas de los partidos señalan a nuevas elecciones

Politólogos ven poco probable que los dirigentes políticos cedan y lleguen a un acuerdo para formar gobierno

Jaime G. Mora

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A poco más de un mes para que venza el plazo de las negociaciones antes de la disolución de las Cortes, las posturas de los partidos son las mismas que a primeros de marzo , cuando Pedro Sánchez intentó sin éxito ser investido presidente. PSOE y Ciudadanos se aferran al acuerdo suscrito por sus líderes . Un acuerdo que no convence ni a PP ni a Podemos. Mariano Rajoy insiste en la gran coalición y Pablo Iglesias solo quiere hablar de un Ejecutivo de izquierdas vicepresidido por él. Los tres politólogos consultados lo tienen claro: los más probable es que se repitan las elecciones.

Según Alberto Penadés, profesor de Sociología en la Universidad de Salamanca, la razón que le hace pensar que el 26 de junio habrá una segunda cita con las urnas para elegir presidente del Gobierno es que, «mientras los comicios sean una opción verosímil, ciertos acuerdos parecen imposibles». Esto es, las líneas rojas que han planteado los líderes políticos «solo dejarán de serlo si las elecciones no estuvieran en el menú, y esto solo pasará si se repiten». Que entre los españoles cunda la idea de que habrá nuevos comicios -el 80 por ciento así lo cree, según la última encuesta de GAD3 para ABC- hace que las formaciones incluyan esta opción en sus estrategias negociadoras para formar gobierno. Después del 26-J la situación sería distinta.

«Aunque no cambien los resultados, la negociación se abriría», explica Penadés, porque un tercer ciclo electoral queda descartado. «Otra posibilidad es un pacto secretísimo que aparezca a última hora, como en Cataluña. Lo que no pueden hacer Ciudadanos y Podemos es hacer ver que llegan a ciertos entendimientos entre sí , por mínimos que sean, y que después haya elecciones».

Sin revolución

Narciso Michavila, presidente de la firma demoscópica GAD3, tampoco cree que los partidos vayan a ser capaces de entenderse antes del 2 de mayo, la fecha límite. «Aquí estar seis meses para no tener gobierno es bastante anómalo», apunta, y el sistema electoral es, en parte, responsable. «Tenemos un sistema que lo que hace es desincentivar el acuerdo. Está pensado para las mayorías, para dar estabilidad, pero no para esta fragmentación de voto. Lo estamos viendo también en el ámbito local, con la paralización de presupuestos, porque hemos pasado de un escenario que castigaba a las minorías a otro que castiga a todos», explica.

Ahora bien, en unos nuevos comicios, ¿cambiaría el sentido del voto? «Es imposible saberlo ahora», responde Michavila. «Nunca hemos tenido en España una repetición de elecciones. No tenemos un histórico en el que apoyarnos», añade, y eso dificulta aún más la labor de los encuestadores, que ya tuvieron dificultades para adivinar las preferencias de los votantes en diciembre.

El último sondeo de GAD3 para ABC, elaborado en la segunda semana de marzo, apunta a una recuperación del PSOE y a una caída de Podemos. PP y Ciudadanos se mantendrían en porcentajes de voto similares. «Revolución no va a haber», adelanta Michavila, «sí habrá una bajada en la participación».

Ignacio Lago, profesor de Ciencia Política en la Universitat Pompeu Fabra, sostiene que la participación será clave si hay comicios en junio. «No solo cambian los votantes de un partido a otro, la participación va a caer mucho: eso será clave. En España, cuando hay muchas elecciones en poco tiempo, la participación cae notablemente, como en el año 79. La gente se harta de estar votando cada pocos meses », señala. La participación más baja se registró precisamente en 1979, con un 68,04 por ciento, 5,62 puntos por debajo de la media. En ese año coincidieron las elecciones generales con las autonómicas y los referendos por los estatutos de autonomía en el País Vasco y Cataluña.

Menos participación

A juicio de Lago, perder seis meses sería un «fracaso», pero la estrategia de los partidos durante este tiempo se tendrá en cuenta: «Ciudadanos y PSOE van a ser los beneficiados» . En el caso de los socialistas, además, «Pedro Sánchez ha salido reforzado». Los españoles, según GAD3, responsabilizan a PP y Podemos, y en menor medida al PSOE, de la crisis política. El profesor de la Pompeu Fabra asegura que Podemos, que «no va a ganar las elecciones y está lanzando el mensaje de que no está dispuesto a alcanzar ningún acuerdo», sería el gran perjudicado si la participación baja.

El único acuerdo posible en este mes largo que falta antes de que se acabe el tiempo, dice el experto Alberto Penadés, «e s el que consiga Pedro Sánchez, ahora y después de las elecciones, salvo un vuelco que las encuestas no anticipan ». «La cuestión es si será un acuerdo que de un modo u otro implique a Podemos y Ciudadanos o solo a Podemos y otras minorías», añade. Y concluye: «Las estrategias de todos, salvo tal vez Ciudadanos, llevan a la continuidad». Al 26 de junio.

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