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La falta de liderazgo de Carmena abre una guerra interna dirigida por Sánchez Mato

La imputación de dos concejales y su negativa a dimitir acentúa la división

Carlos Sánchez Mato gesticula durante una rueda de prensa ÓSCAR DEL POZO
Mayte Alcaraz

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El grupo de Podemos que gobierna Madrid es un polvorín. De las «diferentes sensibilidades» a las que se refiere la alcaldesa, Manuela Carmena, cuando se le pregunta por la división interna en su equipo se ha pasado a una batalla campal tras conocerse la imputación de los concejales Celia Mayer y Carlos Sánchez Mato por haber encargado con dinero público dos informes a bufetes privados para justificar la denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción contra el Open de Tenis de Madrid. El edil de Economía y Hacienda, Sánchez Mato, se ha convertido en el ariete contra las políticas «apaciguadoras», según revelan en el Ayuntamiento, de la alcaldesa y de su mano derecha y sobrino político, Luis Cueto. Por ello, convenció a su compañera, Celia Mayer, para desoír hasta tres dictámenes de los letrados municipales que desaconsejaban la citada denuncia al no hallar irregularidades y tildaban de «subjetiva» las acusaciones de los representantes municipales, tal y como ABC adelantó el pasado jueves.

Prueba de este enfrentamiento en el Palacio de Cibeles es que la alcaldesa se enteró por una filtración de Prensa de la elaboración de la denuncia, que fue conocida horas antes de que se presentara oficialmente a primeros de mayo el Open de este año. La «incómoda» situación vivió tintes surrealistas cuando se supo que mientras sus compañeros municipales acudían al Ministerio Público, el propio Cueto estaba negociando con la empresa organizadora las condiciones para mejorar el acceso público al recinto de la Caja Mágica. La respuesta de la alcaldesa fue cesar tanto a Mayer como a Sánchez Mato de la empresa que gestiona el torneo, Madrid Destino, y destituir a Ana Varela, mano derecha de la edil de Igualdad, con la que Cueto tuvo un intercambio de mensajes que incluía la amenaza del coordinador municipal de desautorizarla si seguía con la denuncia.

Este es solo el último episodio de una situación insostenible en el grupo de Ahora Madrid . En su seno, hay quien asegura que «la falta de liderazgo de la alcaldesa no favorece la cohesión interna» y vaticina además que según se vayan acercando las elecciones (mayo de 2019) las grietas crecerán. De hecho, la imputación por un juzgado de primera instancia de sus dos colaboradores coincidió con un viaje a Montreal de Carmena, cuyo vuelo de vuelta a Madrid en clase «Super Diamond», de alto coste, también azuzó las críticas tanto internas como de la opinión pública.

Lo cierto es que la procedencia política heterogénea de la mayoría de los ediles de la alcaldesa, sin adscripción partidista y alejada de Pablo Iglesias, no ha hecho más que empeorar la cohabitación municipal . Desde la portavoz Rita Maestre, con un perfil más orgánico de Podemos pero a su vez contraria al equipo del líder populista, hasta la propia Mayer, vinculada al 15-M, o el economista Sánchez Mato, del sector crítico de IU-Madrid (partido hoy liquidado por Alberto Garzón), los «distintos matices» de los concejales se cuentan a docenas.

Incumplir el código ético

Dentro del equipo municipal hay preocupación por el horizonte que le espera cuando ya se ha rebasado el ecuador del mandato y acumula polémicas como la de los titiriteros , los tuits ofensivos de Zapata, el controvertido cambio de uso de los Teatros del Matadero, la persistente suciedad en las calles, la construcción de carriles-bici que bloquean importantes arterias de la ciudad, el derribo ilegal de un convento de 1929 y el más reciente del torneo de tenis. Que los dos ediles investigados no hayan dejado sus cargos , incumpliendo el código ético de Podemos que exige la renuncia en caso de imputación, no ha hecho más que enrarecer la atmósfera internas y dejar con muy pocos argumentos a sus portavoces. La crisis en Ahora Madrid coincide con otra no menor en su único bastón político en el Ayuntamiento: el Partido Socialista. La reelección de Pedro Sánchez ha abierto en canal a su grupo municipal, uno de los últimos bastiones de Susana Díaz, cuyo principal aliado durante las primarias fue Antonio Miguel Carmona. El anterior portavoz, al que descabezó Sánchez, sigue apostando por un partido más abierto que no dependa del secretario general. A ello se une que la portavoz actual, Purificación Causapié, defendió a la presidenta andaluza frente a Sánchez. De hecho, solo dos de los nueve concejales socialistas respaldaron al secretario general: Mercedes González y Ramón Silva.

Por tanto, la crisis de identidad en el grupo de Podemos en Madrid no es la única en la Corporación . Ello invita a pensar, según fuentes socialistas, que los votos del PSOE (que cayó a nueve actas en 2015) van a seguir sosteniendo a Carmena pese a que no es descartable que las fisuras internas se ensanchen. Nadie duda en Ahora Madrid de que Sánchez Mato y Mayer van a intentar mantenerse, con la laxitud de la alcaldesa, pese a que un juez pueda sentarlos en el banquillo por malversación, prevaricación y delito societario. El concejal de Economía, que ha abogado por la banca pública y lidera la rebelión fiscal del Ayuntamiento contra la contención presupuestaria de Montoro, no oculta su animadversión contra Cueto a quien en su entorno se le considera un «tecnócrata» con «carta blanca» dada por la alcaldesa, y se le reprocha que no haya sido elegido en las urnas.

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